El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, ha asegurado que las palabras del ministro del Consumo, Alberto Garzón, sobre la ganadería intensiva «no representan ni de lejos» la opinión, ni la posición del Gobierno de España. Asimismo, ha vuelto a reiterar que debería dimitir por respeto a si mismo.
Lambán ha lamentado «profundamente» las declaraciones de Garzón, que ha considerado «un ataque a la yugular de uno de los sectores más productivos, más exportadores y que generan más empleo de toda la economía aragonesa, como es el sector de la ganadería, y particularmente, la ganadería intensiva».
En este sentido ha mostrado su apoyo a los ganaderos aragoneses y a las organizaciones agrarias: «Me van a tener a su lado en todas sus reivindicaciones y en todo aquello que planteen».
Para Lambán, «Garzón cada vez que habla causa perjuicios y polémicas a algún sector de la economía; lo hizo en su día en la hostelería y los servicios y lo ha hecho ahora con la ganadería. Aunque solo fuese por respeto a sí mismo, debería plantearse dar un paso atrás».
CAMPAÑA PROMOCIÓN CARNE
El dirigente del Ejecutivo autonómico ha considerado «razonable» iniciar en ‘The Guardian’, el medio de comunicación británico donde se publicaron las declaraciones de Garzón sobre la industria cárnica, una «primera defensa» del sector ganadero aragonés, para dar a conocer la «excelente calidad» del producto cárnico de este territorio y las condiciones en las que se produce.
«Nuestro sector no solo es muy competitivo, sino que es estrictamente escrupuloso con la normativa medioambiental, escrupulosamente sostenible. Vamos a demostrar que los juicio negativos sobre la calidad de nuestros productos son dudas que carecen de todo fundamento», ha dicho.
Lambán ha insistido en que los productores aragoneses de vacuno, ovino y cerdo se atienen «rigurosamente» a las normas, respetan «escrupulosamente» la ley y «es lógico» que se sientan «indignados» cuando «alguien pone en cuestión su trabajo y esfuerzo, que es poner en riesgo uno de los sectores básicos y más competitivos de la economía aragonesa», ha apostillado.
El presidente del Gobierno aragonés también ha indicado que entiende que haya representantes públicos que tengan opiniones diferentes a la suya y que le piden que rectifique, pero «estoy convencido absolutamente de que si estas personas se avinieran a hablar y ver lo que ocurre, desprendiéndose de visiones ecologistas de salón, se desvanecerían las dudas que tienen», ha sentenciado.