El año 2021 ha sido el quinto más cálido a nivel mundial desde que hay registros y nuevamente volvieron a subir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), según datos de Copernicus, que señala que sin embargo en Europa, este pasado ejercicio se queda fuera de los diez más cálidos desde que hay registros, a pesar de que la región tuvo su verano más caluroso de la historia.
Los datos forman parte del Informe Anual del Estado del Clima Europeo 2021 presentado este lunes en rueda de prensa por el Servicio de Cambio Climático de Copernicus. Dicho estudio señala que en Europa la temperatura apenas quedó 0,1 grados centígrados (ºC) por encima del periodo de referencia 1991-2020, lo que significa que 2021 no está entre los diez años más cálidos en el continente, aunque en todo caso, estos diez ejercicios más calurosos se han registrado en este siglo, y de ellos, los siete años más cálidos fueron los del periodo 2014-2020.
No obstante, Copernicus destaca que Europa experimentó «un verano de extremos», «el más cálido desde que existen registros», con olas de calor en el Mediterráneo e inundaciones en Europa central aunque con temperaturas «no mucho mayores» que las de los veranos de 2010 y 2018.
Una de las científicas de Copernicus que ha participado en el estudio, Freja Vamborg, ha destacado en rueda de prensa las temperaturas extremas que ha registrado España en este verano.
En todo caso, ha insistido en que a nivel mundial los últimos siete fueron los siete años más cálidos «por un amplio margen, desde que hay registros», a pesar de que, entre ellos, 2021 ha sido «uno de los más frescos», junto a 2015 y 2018.
Al mismo tiempo que el Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus (CAMS), el Servicio Climático de Copernicus (C3S) informa al mismo tiempo de que el análisis preliminar de emisiones confirma que las concentraciones de gases de efecto invernadero siguieron creciendo a lo largo de 2021.
De hecho, 2021 vuelve a marcar un nuevo récord anual hasta alcanzar las 414 ppm (partículas por millón) de dióxido de carbono (CO2) y 1.876 ppb de metano (CH4). De estas emisiones, 1.850 megatoneladas de CO2 fueron liberadas a consecuencia de los incendios forestales, especialmente se debieron a los fuegos registrados en Siberia. La cifra fue ligeramente superior a la del año pasado (1.750 megatoneladas de emisiones de carbono), aunque la tendencia desde 2003 sigue en descenso.
Por otro lado, el informe precisa que 2021 la temperatura a nivel mundial fue 0,3ºC superior a la del periodo de referencia 1991-2020 y entre 1,1 y 1,2°C por encima de las que se registraban entre 1850 y 1900, en la época previa a la industrialización.
De media, los primeros cinco meses del año tuvieron temperaturas «relativamente bajas» en comparación con las registradas en los últimos años, que fueron muy cálidos. Sin embargo, entre junio y octubre, las temperaturas mensuales estuvieron «al menos y sistemáticamente, entre los cuatro registros más cálidos registrados hasta la fecha».
Las temperaturas de los últimos 30 años (1991-2020) son cerca de 0,9ºC superiores a los niveles previos a la Revolución Industrial. En comparación con este último periodo de referencia de 30 años, las regiones con temperaturas más por encima de la media incluyen una franja que comprende desde la costa oeste de Estados Unidos y Canadá hasta la zona noreste de Canadá y Groenlandia, así como grandes partes del centro y el norte de África y Oriente Medio.
Por el contrario, las temperaturas más inferiores a la media fueron las que se dieron en el oeste y extremo oriental de Rusia, Alaska, el centro y el este del Pacífico, que tuvieron de forma simultánea condiciones de ‘La Niña’ –a principio y a final de año–, a la mayor parte de Australia y algunas zonas de la Antártida.
A nivel europeo en el conjunto del continente los últimos meses del invierno y «la totalidad» de la primavera se quedaron cerca o por debajo de la media del periodo de referencia 1991-2020. Además, el informe de Copernicus destaca la fase fría en abril, tras un marzo relativamente cálido, provocó heladas tardías en la estación en las zonas occidentales del continente.
Asimismo, añade que el verano en Europa fue «el más cálido desde que existen registros, con temperaturas cercanas a los anteriores veranos más cálidos, los de 2010 y 2018. Tanto junio como julio fueron el segundo mes más cálido de sus comparativas respectivas, mientras que agosto estuvo en general cerca de la media, pero se vio una gran diferencia entre las temperaturas superiores a la media en el sur y las inferiores a la media en el norte.
VERANO DE ALTO IMPACTO EN EUROPA
El informe del servicio climático europeo destaca que durante el verano se registraron «varios acontecimientos extremos de alto impacto» en el continente. En concreto, refiere que en julio hubo un episodio de lluvias «muy intensas» en la zona occidental de Europa central, una región con suelos cerca de la saturación, lo que provocó graves inundaciones en Alemania, Bélgica, Luxemburgo y Países Bajos.
Por su parte, el Mediterráneo sufrió una ola de calor en julio y parte de agosto, y las altas temperaturas afectaron en mayor medida a Grecia, España e Italia. El récord de temperatura máxima en Europa se superó en Sicilia, donde se registraron 48,8°C, 0,8 °C más que el anterior máximo, aunque este nuevo récord debe aún ser confirmado por la Organización Meteorológica Mundial (WMO).
Las condiciones secas y cálidas antes de los intensos y prolongados incendios forestales que arrasaron, sobre todo, la zona mediterránea oriental y central. Los países más afectados fueron Turquía, seguido por Grecia, Italia, España, Portugal, Albania, Macedonia del Norte, Argelia y Túnez.
Por otro lado, respecto a Norteamérica, a lo largo de 2021 varias regiones tuvieron anomalías de temperaturas. En concreto, expone que en el noreste de Canadá, las temperaturas medias mensuales fueron inusualmente cálidas tanto al comienzo del año como en otoño.
Asimismo, recuerda la «extraordinaria ola de calor en la parte occidental de Norteamérica en junio» cuando se superaron «en varios grados Celsius los récord de temperaturas máximas» y ello dio como resultado el mes de junio «más cálido» desde que hay registros sobre el continente.
Estas condiciones agravaron los incendios forestales en julio y agosto, especialmente en Canadá y en la costa oeste de Estados Unidos. El segundo incendio forestal más destructivo en la historia de California, bautizado como ‘Dixie Fire’, que además de una gran devastación redujo de manera significativa la calidad del aire para miles de personas.
En conjunto, Copernicus concluye que Norteamérica experimentó la mayor cantidad de emisiones de carbono, 83 megatoneladas, y otras emisiones pirogénicas derivadas de los incendios forestales de todos los datos registrados por el CAMS para cualquier verano desde 2003.
El responsable de Observación de la Tierra en la Dirección General de Industria de Defensa y Espacio de la Comisión Europea, Maurio Facchini, ha defendido que «el Servicio de Cambio Climático de Copernicus brinda un recurso mundial esencial gracias a la información operativa de gran calidad sobre el estado de nuestro clima, lo cual es fundamental tanto para la mitigación del impacto climático como para las políticas de adaptación».
En esa línea, el director del Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S), Carlo Buontempo, advierte de que estos eventos son un crudo recordatorio de la necesidad de que cambiar los hábitos y dar pasos «decisivos y eficaces» hacia una sociedad sostenible y para reducir las emisiones netas de carbono.