El PSOE lo confirma: no hará nada para contener el coste del carburante

A puerta cerrada lo defienden, pero tampoco tienen problemas en reconocerlo de cara al público. El Gobierno no hará absolutamente nada para contener el precio del carburante. Que la gasolina y el diésel estén por las nubes no es algo que preocupe lo más mínimo al Ejecutivo. Tal y como ha podido comprobar MONCLOA.com, el PSOE asegura que no solo no tomará medidas para contener el alza del precio del combustible, sino que además pretende que el diésel cueste lo mismo que la gasolina, que ya ronda 1,70 euros el litro en más de una estación de servicio. A la pregunta de por qué no se preocupan de cuidar el bolsillo de los españoles el PSOE responde con contundencia: que se compren un eléctrico.

¿Hasta cuándo se mantendrán estos precios tan elevados? Según Funcas, la inflación seguirá imperando en Europa hasta finales de 2022. Pero en España no tienen ninguna intención de tocar nada que afecte a la cadena del precio del combustible. Y cuando decimos «nada», nos referimos a que no tocarán ni los impuestos ni buscarán siquiera medidas rocambolescas (como aquella con la que redujeron la velocidad máxima en las carreteras a 110 kilómetros por hora para ahorrar carburante) para contener el alza del combustible. Fuentes del PSOE directamente consultadas por MONCLOA.com insisten en que no es algo que preocupe al Gobierno lo más mínimo porque entienden que los ciudadanos tienen una alternativa para no depender de los combustibles fósiles. De los transportistas no dicen nada.

Para Pedro Sánchez lo que sí es una urgencia es subir los impuestos al diésel (equipararlos a la gasolina) e implantar los peajes porque de momento no hay dinero para mantener las carreteras, tal y como insisten desde el partido. Según ha podido saber MONCLOA.com, el PSOE no tiene intención alguna de tocar los precios de los carburantes porque va en contra de su política ecológica y quieren reducir la fuerte dependencia del país de terceros por el petróleo. El Plan MOVES III es una de esas iniciativas que pretende fomentar el paso a la energía limpia en cuestión de movilidad, pero lo cierto es que a corto plazo este precio tan elevado del carburante solo incrementa el precio de todo, incluida la cesta de la compra dado que el coste del transporte de mercancías se ha disparado.

La respuesta del Gobierno es que los peajes se contendrán un tiempo a pesar de que es la UE, según el PSOE, la que presiona a España para que los imponga. Sin embargo, con el diésel ocurre algo completamente diferente. Actualmente, el 52% del coste que se paga por un litro de gasolina son impuestos. Y el 48% del litro de gasoil también va a parar al Gobierno. La idea del equipo de Pedro Sánchez es simple: esos cuatro puntos al alza del diésel que faltan para equiparar los impuestos que se le aplican a los de la gasolina darán más dinero al Estado y presionarán para ese cambio ecológico que busca el PSOE.

RECORD DE RECAUDACIÓN

Poco le importa al Gobierno que se hayan recaudado en 2021 unos 223.382 millones de euros. Pedro Sánchez y su equipo necesitan más y ya buscan la forma de subir los impuestos a los españoles para acercarse a los 250.000 millones. Las cifras de 2021 dejan claro que el nivel de recaudación ha aumentado un 15%. Pero la idea del Ejecutivo es disparar esta cifra para recortar el objetivo de déficit y, sobretodo, para dejarse margen a la hora de anunciar nuevas subvenciones y nuevos gastos sociales. Poner tasas más altas a la gasolina y al diésel, imponer peajes obligatorios en todas las autovías o hablar de nuevos impuestos para reducir la contaminación puede ayudar a esa cifra que persigue el Gobierno. Objetivo: los 250.000 millones.

El déficit se espera que ronde el 4,8% del PIB en este 2022. Hablamos de un descenso de alrededor de un 2% en 2021 y que tendrá que ser mayor con el paso de los años. El problema no es tanto que se cuadren las cifras, sino no llamar la atención de Bruselas para así poder utilizar los fondos covid a discreción y poder anunciar nuevas subidas de las pensiones, del salario de los funcionarios y nuevos bonos sociales. Para la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, esta recaudación récord, que hayan hecho caja con la subida del IPC de casi un 6% no se debe a más impuestos, sino a «un crecimiento sostenido, robusto y que crea empleo«.

El Gobierno siente, tal y como detallan a nivel interno fuentes del Ejecutivo, que es complicado vender la imposición de nuevos impuestos cuando se presenta un récord en los niveles de recaudación. Quizá por eso la ministra ha salido a la tribuna a asegurar que estas buenas cifras «no se deben a subidas tributarias». En cualquier caso, el objetivo del Gobierno está aún lejos de hacerse realidad. Llegar a los 250.000 millones es un objetivo ambicioso, pero hay que pensar que tan solo la subida a la gasolina y al diésel pretenden que suponga unos 10.000 millones de euros más al año. Ya con eso, pasarían de los 223 a los 233 millones. No queda mucho más. Esta subida es clave para justificar la presentación de nuevo gasto social y para dar sentido a unos Presupuestos de 2023 que se prevén más ambiciosos que nunca.