Jorge García Castaño, concejal de Más Madrid, es bien conocido en el seno de la formación y no precisamente por su duro trabajo. El político tiene fama de trabajar poco, lo justo para cubrir el expediente, tiene fama de vago. Ahora, ha ido un paso más allá y está estirando la baja de paternidad al máximo con tal de no volver a la oficina y retomar la «tediosa» tarea de trabajar. Un «duro» esfuerzo que parece que por ahora no está dispuesto a reanudar, ni por ganas ni por motivación. Y es que, no hacer nada cansa mucho. Además, ser padre le ha venido en el mejor momento posible para quitarse del medio y esquivar las divisiones internas en el seno partido. A García Castaño le sale la jugada redonda, no se posiciona en el partido para mantener su «duro» trabajo y estira al máximo el permiso por ser padre.
La baja de paternidad ha ido aumentando con los años hasta llegar a equipararse entre hombres y mujeres. En el año 2007, los hombres únicamente disponían de 15 días para disfrutar de sus hijos recién nacidos. Sin embargo, con los años este permiso ha ido ampliándose hasta situarse en 16 semanas, es decir, cuatro meses, gracias a la última modificación que entró en vigor en enero de 2021. Aunque la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, pretende seguir aumentándola hasta los seis meses. Pero, Jorge García Castaño se ha hecho una baja de paternidad propia, a su medida, donde no haya prisa por volver a trabajar. Así, el concejal de Más Madrid, según han indicado fuentes internas del partido a MONCLOA.com, lleva más de un año sin aparecer por la oficina. Todo un permiso para disfrutar al máximo del recién nacido y escaquearse de la tarea que más odia García, trabajar.
Fuentes de más madrid aseguran que Jorge lleva más de un año sin aparecer por la oficina
Además, este permiso le ha venido en el momento perfecto. Que Más Madrid tiene una bronca interna es un secreto a voces. Y que Yolanda Díaz está preparando su nueva plataforma también. Por ello, el seno de Más Madrid ha comenzado a dividirse y crear pequeños grupos internos. Por un lado, los católicos encabezados por Javier Barbero, portavoz de la Comisión de Familias, Igualdad y Bienestar Social y concejal del distrito de Latina. Por otra parte, está Rita Maestre, que busca ser la candidata de la formación para la elecciones a la alcaldía de 2023. Y, una tercera vía, los «tanianos», los seguidores de Tania Sánchez, que apuestan por Yolanda Díaz y su nueva plataforma. De esta manera, la formación dirigida por Mónica García está desestructurándose, la guerra interna es hecho.
Y en el medio de todos ellos, se sitúa Jorge García Castaño, que prefiere no «mojarse» y no involucrarse en los líos internos de su partido. Y no porque no quiera posicionarse, sino porque no quiere perder su puesto, un cargo que no le supone grandes esfuerzos y que, encima, está muy bien remunerado. Así, el concejal desaparece ante la polémica y se quita de en medio para que no le salpique, para que su puesto dentro del partido no corra peligra, para seguir vagueando a costa de la Administración. Además, tiene la excusa perfecta: la baja por paternidad. Un permiso que ha estirado al máximo y que, posiblemente, haya marcado todo un récord de bajas más largas de paternidad: un año. Todo ello mientras sigue cobrando su sueldo publico. Aunque parece ser que en su partido no notan casi la diferencia entre que esté de permiso y no. Porque continua igual de activo en su cuenta de Twitter, en la que basa la mayor parte de sus esfuerzos, pero lo que es en otras tareas políticas no gasta demasiada energía.
Esta red social es la favorita del político. Tanto es así que se pasa el día tuiteando mensajes en favor de sus compañeros, compartiendo artículos periodísticos de medios afines y respondiendo con chistes y golpes de pecho al resto de tuiteros que le mencionan. Incluso la utilizó para hacer campaña en las pasadas elecciones en favor de Mónica García, porque lo de acudir a los actos electorales y salir a la calle para arañar votos no iba con él, Jorge está mejor en su casa. De las pocas cosas por las que Jorge hace un esfuerzo es por sus aficiones como las carreras de caballos, ya que al político le encanta la hípica. Otras de sus pasiones son los coches y cuenta con un BMW 320 de más de 40.000 euros con el que va al hipódromo.
Así este trabajador «ejemplar» sigue su estrategia personal que el mismo se ha hecho a medida, trabajar lo justo y si se puede desde casa y a través de su cuenta de Twitter mejor. Vivir a costa de la Administración, donde ya lleva nada más y nada menos que 17 años recibiendo su generosa retribución por parte de los españoles, ya que por su cargo como concejal recibe una retribución de 67.291,80 euros anuales. Ahora, a su política de trabajo se suma la baja de paternidad de un año, aunque podría tratar de estirarla aún más.
