El PP de Galicia abre una caza de brujas contra los ‘casadistas’

El presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijoo, ya tiene hechas las maletas para llevar a cabo su traslado a la capital española, para viajar a Madrid y comenzar su nueva etapa política. Y es que, desde que Pablo Casado anunció que daba por finalizada su etapa como presidente del Partido Popular, Feijoo es el nombre que suena con más fuerza a sustituirle. Además, su apoyo a la líder madrileña ha provocado que el PP gallego haya abierto toda una caza de brujas contra los defensores de Casado, contra los ‘casadistas’. Algunos nombres ya han empezado a sonar y han pasado a ocupar un hueco en la lista negra de los que se mantuvieron fieles al núcleo de Casado y que ahora, parece ser, tienen los días contados. Este es el caso de Diego Calvo, el presidente del PP de La Coruña, uno de los fieles del presidente de la formación, a quien le prometieron el liderazgo de Galicia. Uno de los que encabeza la caza de brujas que va a sufrir grupo popular en el territorio gallego.

El Partido Popular ha sufrido toda una crisis interna que ha dividido a la formación. Al presidente del PP se le fue de las manos la investigación de una de sus baronesas. El espionaje a través de empresas públicas y la búsqueda constante de pruebas de presuntas irregularidades para someterla al criterio de Génova se volvió en contra de la directiva del PP y ha acabado con una presión salvaje que ha mostrado a Casado la puerta de salida. Y es que, el grupo popular utilizó presuntamente a la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo (EMVS), un organismo que depende del Ayuntamiento para llevar a cabo dichas indagaciones. Una cuestión que llevó al PP ha dividirse en dos grupos, los ‘casadistas’ y los ‘ayusers’.

Isabel Díaz Ayuso

En un primer momento gran parte de los miembros de la formación se situaron del lado de Pablo Casado. Pero, poco a poco y a medida que se iba conociendo como se gestó toda la trama contra la presidenta de la Comunidad de Madrid, la guardia pretoriana de Casado fue dejándole solo presentado dimisiones en cascada, en un «sálvese quien pueda». A la vez que muchos de los barones salieron a mostrar su apoyo a Ayuso, como es el caso de Alberto Núñez Feijoo. La guerra acabó finalmente con la victoria de la líder madrileña y, ahora, los denominados ‘casadistas’ parecen que tienen los días contados por lo menos en el PP de Galicia.

Desde que llegó al poder, el líder del Partido Popular, Pablo Casado, ha hecho grandes esfuerzos por ganarse la confianza de los barones e integrantes de la formación. Para ello, prometió a diestro y siniestro un sin fin de puesto. Quería ganarse la confianza de los miembros del grupo y su lealtad a través de cargos. Así consiguió hacer con toda una legión de fieles, con todo un equipo de confianza, con los denominados ‘casadistas’. Una «religión» que trató de sembrar en todo el territorio español y Galicia no iba a ser menos. Una ideología dentro de la formación que le puede salir muy caro a algunos. Algunos de los «elegidos de Casado» ya han pagado con su cargo su apoyo al líder del PP, como es el caso de Teodoro García Egea, que presentó su dimisión como secretario General del partido.

Los ‘casadistas’ tienen los días contados en Galicia

Ahora, aunque Feijoo vaya a trasladarse a Madrid, dejó claro que su apoyo era a Ayuso en la guerra interna. Una cuestión que ha sentado las bases en su casa, en el PP de Galicia. Por este motivo, los populares del territorio gallego ya han puesto en marcha un plan para acabar con los defensores de Casado que haya en la Comunidad. Han dado el pistoletazo de salida a la caza de brujas de los ‘casadistas’ y el primero que ya está en la lista negra es Diego Calvo, que además de ver truncado su sueño de hacerse con el puesto de Feijoo y sustituirle como presidente de Galicia. Ahora, su futuro dentro del grupo popular podría correr serios peligros. Las tenía todas consigo para ser el «representante gallego» de la formación. Estaba bien visto dentro del partido y, encima, acudió al «retiro espiritual» que preparó Egea. Lo mismo que en su momento lo situaba a las puertas del cielo gallego, ahora le hunde. Está en la cuerda floja.

Pero no será el único. El Partido Popular en Galicia ha puesto en marcha toda una caza de brujas contra los defensores del todavía presidente del grupo popular. Los elegidos por Casado en la región gallega están señalados, llevan la marca de Casado. Una marca que ya no significa Partido Popular, ya no lleva ni sus colores ni sus siglas. Estos políticos tienen los días contados y todo por mostrar su apoyo a Pablo. Esta cuestión ha provocado que ahora no tengan sitio dentro de las filas de la formación.