Tres perros que han llegado en los últimas días a Baleares procedentes de Ucrania sin vacunar contra la rabia están en cuarentena después de haber recibido el antídoto a su llegada a las Islas.
Así lo han confirmado fuentes de la Conselleria de Agricultura, Pesca y Alimentación, que han explicado que estos tres ejemplares son las únicas mascotas de cuya llegada a las islas con personas refugiadas de la guerra de Ucrania se tiene constancia oficial.
Las mismas fuentes han explicado que los canes, tras recibir la vacuna en clínicas colaboradoras permanecerán en aislamiento en un centro público o privado 30 días desde la recepción de la vacuna, momento en el cual se les extraerá sangre para la titulación de anticuerpos.
En ese momento, si la titulación de anticuerpos es favorable, el animal completará una cuarentena de tres meses en el centro y si es desfavorable será revacunado a los dos meses.
Las muestras, han añadido, serán enviadas al Laboratorio Nacional de Referencia Santa Fe a través del Servicio de Mejora Agraria (Semilla).
Se trata del proceso que se desprende del ‘Protocolo de actuaciones ante la llegada de animales de compañía procedentes de Ucrania’, activado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, ya que se ha constatado un riesgo notable de rabia en aquella zona de Europa, aunque el riesgo principal de rabia sigue siendo el norte de África.
Según el protocolo, Ucrania sigue siendo el único país de Europa donde la rabia está muy extendida tanto entre animales como entre personas. Así, según la información difundida por el Ministerio actualmente hay unos 1.600 casos de rabia en animales y se han registrado casos esporádicos en humanos.
Por su parte, fuentes de la Delegación del Gobierno en las Islas han explicado que el control de las mascotas –principalmente perros, gatos y hurones– procedentes de Ucrania se realiza a su llegada a España por lo que dado que no existen conexiones directas de aquel país con Baleares, se entiende que las mascotas que llegan a Baleares ya han sido controladas.
Así, la vacunación de los tres perros que permanecen en cuarentena se habría producido después de que los Servicios Veterinarios de la CAIB hubieran sido alertados de la ausencia de vacuna.
Además, según el protocolo, tanto si el animal está vacunado como si había sido vacunado en su entrada a la Unión Europea, debe guardar una cuarentena.
Poco después de la invasión, la Comisión Europea instó a los países a flexibilizar las medidas habituales para facilitar que los desplazados puedan llevar consigo a sus animales sin dificultades.
Así, los refugiados que huyen de la guerra pueden desplazarse con sus mascotas sin la necesidad de solicitar previamente un permiso individual al no ser un estado miembro de la Unión Europea.
En condiciones normales, las mascotas de Ucrania, al ser un país tercero, tendrían que estar correctamente identificadas con microchip, estar vacunadas contra la rabia; haber valorado la carga de anticuerpos al menos 30 días después de la vacunación y tres meses antes del desplazamiento.
También deberían, en un contexto no bélico, disponer de un certificado de importación que acompaña al animal, o en caso de reintroducción de un pasaporte que certifique la vacunación, y la prueba de valoración de anticuerpos y no estaría permitida la entrada de perros, gatos y hurones menores de siete meses.
Pero Agricultura, ante la previsible llegada de animales de compañía que no cumplan con tales condiciones dictó un protocolo de actuación homogéneo en toda España para «mitigar los riesgos inherentes a esta situación».
La directriz establece que cualquier administración pública o los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, policías locales y autonómicas y todo profesional relacionado con la salud pública «informará de inmediato» a los Servicios Veterinarios Oficiales de la Comunidad Autónoma de la llegada de un animal de compañía (perro, gato o hurón principalmente) acompañando a refugiados procedentes de Ucrania.