La necesaria renovación de los navíos hidrográficos de la Armada española

Una vez más no asomamos a las múltiples necesidades de las Fuerzas Armadas (FAS) españolas pendientes de cubrir/sustituir por culpa de los continuos exiguos presupuestos de Defensa. En este caso, lejos de los espectaculares aviones de combate, blindados o fragatas, nos queremos referir a los navíos hidrográficos, tan discretos como imprescindibles, de la Armada española.

Desde hace años la Armada tiene como una de sus prioridades renovar sus muy veteranos navíos, el “Malaspina” y  el “Tofiño” (tienen 1.090 toneladas de desplazamiento  y 52,7 metros de eslora), que realizan las funciones de cartografía y documentación.  Ambos fueron entregados en 1975, además en la Lista Oficial de Buques de la Armada (LOBA) también figura un tercer navío de esta categoría, el “Antares”, puesto en servicio en 1974, que lleva sin navegar e inoperativo desde 2015.  También se cuenta con tres lanchas auxiliares transportables a bordo de los navíos, de 8,5 toneladas y una eslora de 12,62 metros, denominadas “Astrolabio”, “Escandallo” y “Sondaleza”, que son más modernas, ya que se entregaron en 2001, 2004 y 2016 respectivamente

La última petición se realizaba el pasado viernes día 26 de marzo durante la visita de la ministra de Defensa Margarita Robles al Instituto Hidrográfico de la Marina (IHM), que con sede en Cádiz es el organismo de la Armada del que dependen dichos medios navales. Previamente, el 21 de enero de este mismo año, el Instituto fue visitado por S.M. Felipe VI, que además estuvo a bordo del citado buque “Tofiño”, que tiene como el resto  de los navíos comentados punto de atraque en la gaditana estación naval de Puntales y que luce en su casco la designación A 32 , lo que denota que está considerado en la Armada como buque Auxiliar.                                                                                                                                            El IHM es el organismo oficial español en materias de hidrografía, oceanografía y cartografía náutica, que a su vez forma parte de la Armada desde su fundación, mediante la R.O. de 17 de diciembre de 1797 que creaba la Dirección de Trabajos Hidrográficos o Dirección de Hidrografía, organismo antecesor directo del actual, que este año cumple su 225 aniversario. Su principal objetivo es garantizar la seguridad en la navegación, obteniendo información y catalogando sobre el perfil del litoral, los fondos marinos, vientos, mareas y corrientes.  

Un trabajo discreto pero imprescindible, no solo en favor de España sino de la navegación internacional, ya que dicha información se publica y difunde a través de la denominada organización internacional de hidrografía más conocida por su designación en inglés de International Hydrographic Organization (IHO). Dicho organismo creado en 1921, siendo uno de sus países fundadores España, es una organización intergubernamental consultiva y técnica en dicho campo, que actualmente cuenta con 94 países miembros activos, incluidos los principales costeros del mundo como Estados Unidos, Rusia, China, Brasil, Francia, Australia, Argentina, etc.  Por lo tanto mantener la capacidad de los instrumentos navales del IHM no es solo una necesidad de la Armada sino de España como Estado, que debe cumplir con sus compromisos internacionales como el asumido hace más de un siglo con la IHO. Durante la visita la ministra ha estado acompañada del Almirante Jefe de Estado Mayor de la Armada (AJEMA), almirante general Antonio Martorell, y por el actual comandante director del IHM, el capitán de navío Daniel González Aller, que han explicado a la ministra la necesidad del Instituto y la importancia de la renovación de los citados medios materiales.

La Armada necesita navíos más capaces y eficientes, empezando por contar con dotaciones menores; los citados “Malaspina” y  “Tofiño tienen unas muy elevadas de 62 personas. Otro de los aspectos a mejorar es el de contar con otros con propulsión menos ruidosa que la que otorgan sus actuales motores diésel-generadores trifásicos de 378 Kw, dado que para algunas de las misiones que realizan como las de  sondeo del fondo marino en las que la acústica marina es clave, se debería de  contar con una maquinaria con menor vibración y ruido.

En concreto la nueva flota que se ha solicitado a Defensa estaría compuesta por un navío  oceoanográfico oceánico, con múltiples capacidades incluida la de dar apoyo medioambiental. La nueva Flota del IHM también deberá contar con dos busques costeros e incorporar cinco lanchas hidrográficas adicionales a las 3 referidas. Dicha información ha sido publicada recientemente por parte del citado Comandante  y el capitán de corbeta Gustavo Gómez-Pimpollo en el medio oficial de la Armada, que reiteran la necesaria sustitución, que  lleva años planteándose milimétricamente por parte de la Armada, que ya elaboró la preceptiva documentación, el oficialmente denominado Documento de Necesidad Operativa (DNO) firmado por el  AJEMA en diciembre de 2019, al que siguió en junio de 2021 el denominado Documento de Requisitos de Estado Mayor (REM).

Volviendo a la visita de la citada política socialista a la sede del IHM, aunque se ha mostrado dispuesta a apoyar dicha renovación de material, no se compromete de momento, ya que según declaró se debería de contar con los fondos, antes de realizar la aprobación definitiva.