La asociación profesional Justicia para la Guardia Civil (JUCIL) ha pedido este miércoles al Gobierno de Pedro Sánchez que «estudie desplegar al Ejército» para «reforzar y garantizar la seguridad» de los vallados y pasos fronterizos de Ceuta y Melilla, cuya «próxima reapertura» se prevé para principios de mayo.
Según esta entidad, en ambas ciudades autónomas harían falta «no menos de 200» efectivos adicionales de la Benemérita ante la posibilidad de que el restablecimiento del tránsito de personas y vehículos con Marruecos «se vea acompañada de nuevos saltos de miles de migrantes subsaharianos».
En un comunicado, JUCIL ha recordado que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y la directora general de la Guardia Civil, María Gámez, prometieron en su última visita a Melilla «tanto el incremento de efectivos como la adecuación del material antidisturbios a este tipo de situaciones junto con la reparación de la valla en aquellos tramos donde resulta más fácil el salto por la falta de elementos que obstaculicen este paso, pero ninguna de esas cosas se ha llevado a cabo».
«Ni se ha reparado la valla, en la que hay zonas donde faltan los peines invertidos por las que el salto es más fácil, ni se ha ampliado la plantilla que ahora deberá dividirse entre los que llevan a cabo su servicio en Seguridad Ciudadana y quienes tienen que controlar en el Servicio Fiscal en el puerto», ha criticado el portavoz de la asociación profesional del Instituto Armado, Agustín Leal.
En este sentido, ha cifrado en «más de 3.000» los inmigrantes subsaharianos que «se concentran en el monte Gurugú, al otro lado de la valla de Melilla, a la espera de una oportunidad para intentar un nuevo salto masivo sobre la valla de esa ciudad autónoma».
NO MENOS DE 200 AGENTES MÁS
«Tanto en Ceuta, donde hace un año se produjo una entrada irregular que exigió la intervención del Ejército, como en Melilla son necesarios no menos de 200 agentes más», ha señalado Leal, que ha advertido que «en las actuales condiciones no hay personal para atender la vigilancia de la valla, el control de los pasos fronterizos por tierra y la llegada de viajeros al puerto a través de los barcos que cruzan el Estrecho de Gibraltar».
A su juicio, «en estas circunstancias, además de la equiparación salarial de guardias civiles y policías con otros Cuerpos, en Ceuta y en Melilla es necesario proveer de más plantilla a la Guardia Civil, pero no con comisionados desde otros lugares de España, sino con residentes en ambas ciudades».
«Cuando se abran los puestos fronterizos los agentes ahora destinados a vigilar los perímetros de las vallas tendrán que reincorporarse a sus funciones de control en los accesos de las fronteras, así como a las labores de control e inspección de pasajeros y vehículos en las estaciones marítimas», ha contextualizado.
Si no se materializa ese refuerzo JUCIL cree que «pueden volver a repetirse» incidentes como el que, entre el 17 y el 19 de mayo, propició la entrada irregular en Ceuta de unos 12.000 ciudadanos marroquíes.