Teresa Ribera se gastará 26.500 millones de euros en acabar con la nuclear

Teresa Ribera gastará millones de euros en acabar con la energía nuclear. Nada más y nada menos que 26.000 millones es la cifra que prevé invertir el Ejecutivo para poner en marcha el Séptimo Plan General de Residuos Radiactivos (7º PGRR). Este plan es la hoja de ruta para gestionar los residuos radiactivos y desmantelar las centrales nucleares que están presentes en España. El Ejecutivo pretende apagar el botón nuclear antes de 2035.

Actualmente, en España se encuentran en funcionamiento cinco centrales nucleares, dos de las cuales disponen de dos reactores cada una por lo que suman siete reactores de agua ligera. Ubicadas alrededor de la península ibérica, estas centrales nucleares parecen tener los días contados. Y es que la central nuclear de Santa María de Garoña se encuentra en cese definitivo de explotación y otras dos centrales nucleares, José Cabera y Vandellós I, se encuentran en desmantelamiento. El futuro de las restantes está en manos del ministerio liderado por Teresa Ribera que ya ha marcado una nueva hoja de ruta para tratar de erradicar este tipo de energía en nuestro país.

TERESA RIBERA ha marcado una hoja de ruta para tratar de erradicar LA energía NUCLEAR EN ESPAÑA ANTES DE 2035

La versión inicial del Séptimo Plan General de Residuos Radiactivos, sometida a información pública por parte del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), sigue contemplando el escenario de referencia que incluye el cese de la operación de las centrales nucleares entre 2027 y 2035. Esta medida dará cumplimiento al Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC) y al Protocolo de cese ordenado de explotación de las centrales.

Siguiendo este calendario, la central de Almaraz I cesará su explotación en noviembre de 2027. En octubre de 2028 se clausurará Almaraz II, para octubre de 2030 tendrá que clausurar Ascó I y en noviembre de 2030 se cerrará Cofrentes. Las últimas en cerrar serán las de Vandellós II en febrero de 2035 y Trillo en mayo de 2035. El plan contempla el inicio del desmantelamiento de las instalaciones nucleares a los tres años de su cese de operación definitivo, a excepción de Vandellós I, cuya última fase se ejecutará a partir de 2030. Según lo recogido en el documento sujeto a información pública por parte del departamento ministerial que lidera Teresa Ribera, los costes de apagar la energía nuclear en España podrían alcanzar los 26.500 millones de euros hasta el año 2100.

Tras el periodo de información pública y estudiar las alegaciones presentadas, el Ministerio para la Transición Ecológica elaborará la versión definitiva del plan que será elevado al Consejo de Ministros para su aprobación final. Así, el Ejecutivo de Pedro Sánchez pretende apagar el botón nuclear antes de 2035.

EUROPA A FAVOR DE LA NUCLEAR

A pesar de que la Unión Europea haya considerado la energía nuclear como energía verde, España sigue incesante en su objetivo por apagar el botón nuclear. La Comisión Europea reconoció a principios de este año la energía nuclear como verde al menos hasta 2045. Entonces, Bruselas propuso clasificar a la atómica y al gas como fuentes de energía necesarias para la transición hacia una generación sin emisiones de CO₂.

Mientras otros países del viejo continente han optado por reforzar su energía nuclear, España opta por acabar con ella. El motivo que ha llevado a naciones como Francia, Italia, Bélgica y Holanda a hacerse con este tipo de energía es garantizar el suministro eléctrico. En pleno contexto de luz disparada y escasez de gas procedente del contexto africano, España rechaza blindarse para garantizar el abastecimiento energético y paga millones de euros públicos por cerrar las centrales nucleares que ya funcionan.

Además, apagar el botón nuclear en España supondría un crecimiento de la dependencia energética del país. El Ejecutivo tiene otros planes para las centrales nucleares y no pasan por ser un país autosuficiente en materia energética gracias a las plantas que llevan años en activo.

Asimismo, el Gobierno de Pedro Sánchez pretende acabar con las centrales provocando una pérdida masiva de empleos. Según el Foro de la Industria Nuclear Española, esta industria energética emplea a cerca de 28.000 trabajadores tanto directos como indirectos e inducidos. «Es un sector generador de riqueza y empleo, del que dependen miles de familias. Tiene, además, una clara apuesta por la tecnología y la investigación, el desarrollo y el factor humano, y es una industria capacitada, puntera y con reconocimiento internacional», explican desde el Foro.