Fernando Paz, la «perlita» de la que Vox se deshizo

Vox tiene unos políticos con unos ideales definidos. La formación que dirige Santiago Abascal tiene un marcado perfil que, parece, sus integrantes deben reunirse si desean sumarse a las filas de la formación de extrema derecha. La homofobia o el machismo parece ser que son algunas de las características que ciertos políticos de la formación llevan por bandera. El último, sin ir más lejos, el actual vicepresidente de Castilla y León, Juan García-Gallardo a quien en plena campaña electoral le sacaron a relucir ciertos mensajes que él mismo había compartido a través de su cuenta de Twitter. Aunque no es el único miembro que ha pertenecido a esta formación que ha hecho unas declaraciones que cuesta creer que sean de este siglo. Se trata de Fernando Paz, quien en una entrevista aseguró que «una pareja gay con un niño no es una familia natural», a lo que añadió: «necesita terapia». Parece ser que García-Gallardo encontró un ejemplo a seguir en Paz.

El historiador era el cabeza de lista de Vox al Congreso por la ciudad de Albacete, todo un fichaje de Santiago Abascal. Era un perfil radical, con una valores que casaban a la perfección con los de la formación de extrema derecha. Una opiniones que no dudó en dejar entrever cada vez que tenía ocasión. Así, en las entrevistas que Paz concedía los medios dejó varias «perlitas» que demuestran lo que es Vox y los ideales que tienen sus integrantes. De esta forma, en una ocasión hizo unas declaraciones que pasarán a la historia por nivel de homofobia que supusieron. Unas afirmaciones que incluso «abrumaron» a sus compañeros de partido político.

fERNANDO PAZ ASEGURÓ QUE «si tuviera un hijo gay lo que haría es ayudarle, hay terapias para reconducir su psicología»

Paz aseguró que «la familia natural es la unión de un hombre y una mujer». Además, matizó que lo que él considera que no es una familia natural y dijo que «una pareja gay con un niño o una madre soltera que adopta un hijo no es una familia natural». Sus afirmación no solo quedaron ahí ya que se puso en la tesitura de como actuaría en el que caso de que su hijo fuera homosexual. En este sentido, aseguró: «si tuviera un hijo gay lo que haría es ayudarle, hay terapias para reconducir su psicología». Para concluir, explicó, que él quiere educar a sus hijos en «sus valores y normas». Unos valores que parecen los de la homofobia.

Estas declaraciones que llevaron al político a renunciar a ser el número uno de la lista del partido de extrema derecha para el Congreso de los Diputados por Albacete. Y es que, desde la formación de Abascal le presionaron para que abandonara el partido, una decisión que no han tomado con todos los miembros de la formación, con los que no han aplicado esta mano dura. Sin ir más lejos, el actual vicepresidente de la región castellanoleonesa, Juan García-Gallardo. La nueva estrella de la formación de Santiago de Abascal que se estrenó en la política por todo lo alto, con unos resultado más satisfactorios en sus primeras elecciones. Y es que, ha conseguido meterse en el gobierno que dirige Alfonso Fernández Mañueco con una vicepresidencia y tres consejerías.

A JUAN GARCÍA-GALLARDO LE «ABRUMA» SU PROPIO MACHISMO

Poco antes de que comenzara la campaña electoral de Castilla y León, este abogado burgalés era un completo desconocido para el electorado, sin embargo, una hemeroteca tuitera que sonroja le catapultó a la fama. La magia de las redes hizo que salieran a relucir tuits de contenido racista, machista y homófobo que escribía el propio García-Gallardo hace unos años en su cuenta y que se había olvidado borrar aún sabiendo que iba a saltar al tablero político. Estos comentarios en redes sociales desataron un aluvión de críticas hacia el candidato de Vox para presidir la Junta de Castilla y León que se ha visto abrumado ante tanta polémica obligando a su partido a respaldarle y a dar la cara en una entrevista para justificar sus palabras.

Juan recibió todo el apoyo de sus compañeros y hasta los equipos de comunicación del partido no dudaron en salir en su defensa para tachar de bulo sus antiguos tuits aunque él mismo aceptó que eran cosecha propia, en una entrevista. No obstante, su entorno avisa de que «estaba abrumado» ante la tormenta mediática que se desató tras sus tuits. Un apoyo que no se vio reflejado con Fernando Paz, a quien no dudaron en echar a los leones y presionarle para que abandonara el partido. Parece ser que la homofobia del historiador era demasiado para los de Abascal o, puede, que estas afirmaciones fueran la ocasión perfecta para desprenderse de él. Lo que está claro es que el tema fichajes, Abascal busca perfiles que tengan ideas homófobas, racistas y machistas. O, al menos, eso es lo que parece.