El Ejecutivo ha tratado de esquivar a toda costa la pregunta de si la exministra de Exteriores, Arancha González Laya, ha sido espiada a través de su teléfono móvil. Durante la rueda de prensa posterior al último Consejo de Ministros ningún miembro de Moncloa ha decidido mojarse y confirmar lo que ya es un secreto a voces. Silencio absoluto en las dependencias oficiales mientras el espionaje a móviles oficiales apuntan a una potencia extranjera como Marruecos que ya tiene experiencia en cuanto a estas prácticas. No vaya a ser que las acusaciones a Marruecos salpiquen la nueva era de relaciones diplomáticas entre el país del norte de África y España.