La imagen es una cuestión importante, por eso la mayoría de los políticos tratan de cuidar su su apariencia, su ropa… Aunque algunos lleven a unos niveles más allá, como el presidente del Gobierno. Pedro Sánchez ha decidido sacar la chequera y cargar a las arcas públicas un contratos sobre la iluminación de sus comparecencias que se lleven a cabo en el Complejo de la Moncloa y en otros puntos del territorio español. Y es que, a Sánchez le encantan los fotos, las cámaras y los flashes. Su imagen es muy importante para el, se considera el James Bond español en todos los sentidos. El líder del Ejecutivo cuida minuciosamente su apariencia, que se pone, como se peina, los gestos y posturas, hasta la forma de andar. Incluso tiene contratada a una persona para maquillarle cada día y mostrar la mejor cara frente al público. Ahora ha ido un paso más allá y ha decidido cargar a las arcas del Estado un contrato que tiene por objeto la iluminación de sus comparecencias.
El presidente Pedro Sánchez es un hombre coqueto, presumido que le gusta que ir «hecho un pincel» allí donde va. Cuenta con un gran fondos de armario, repleto de todo tipo de trajes, camisas y zapatos para poder elegir el modelitos perfecto acorde al evento que al que tenga que asistir. Y es que, para Sánchez la imagen es fundamental, por eso además de cuidar su vestimenta, trata de controlar otros aspectos que puedan mejorar su apariencia y como sale delante de las cámaras. Una cuestión que parece que parece que hasta le obsesiona y desde que llegó al Palacio de la Moncloa tiene la necesidad de que su Gobierno muestre una correcta imagen pública en sus intervenciones.
Han emitido un contrato para mejorar la iluminación de sus comparecencias
Así, desde que el Gobierno de coalición llegó a presidir el país, todo el equipo está haciendo grandes esfuerzos por mejorar en este asunto. Pedro Sánchez quiere que todo su equipo luzca de la mejor forma posible, que cada vez que comparezca en las instancia de la Moncloa o cualquier territorio muestren una imagen impecable. Pero, sobre todo, que cada vez que él se dirija al público, a los ciudadanos españoles, a los votantes, lo haga resplandeciente. Y es que, al presidente le encanta lucirse, que las cámaras le enfoquen y los focos le alumbren.
Por este motivo, según ha aparecido publicado este viernes en el Boletín Oficial del Estado (BOE), el Ministerio de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática ha emitido un contrato para llevar a cabo los deseos de Pedro Sánchez. Este departamento ha contratado a una empresa para mejorar la iluminación de las comparecencias públicas del presidente del Gobierno y otros comparecientes en el Complejo de la Moncloa y en el resto del territorio español. El precio de la adjudicación asciende a 77.134,25 euros. Toda una inversión que corre de parte de la Administración Pública, es decir, que las arcar públicas han financiado una mejora de la iluminación de las intervenciones de todos los políticos del Ejecutivo y, en especial, del presidente del Gobierno.
LA BELLEZA DE SÁNCHEZ LE SALE CARA A LOS ESPAÑOLES
El contrato para la mejora de la iluminación la iluminación de las comparecencias públicas de Sánchez y otros en el Complejo de la Moncloa y en el resto del territorio español. Durante el mes de enero del año 2021, el Gobierno publicó un anuncio de trabajo en el que detallaban que estaban buscando una peluquera-maquilladora profesional, con experiencia previa. El salario que acompañaba a este puesto era de 20.000 euros brutos, con un contrato laboral de un año, prorrogable a cuatro. El objetivo de esta oferta era atender a una «necesidad que tiene el Gobierno para mostrar una correcta imagen pública en sus intervenciones».
Las funciones de la vacante eran maquillar o peinar al presidente y los ministros en sus intervenciones o ruedas de prensa de Moncloa. Además, en ese momento se estimaba que se necesitarían unas 75 sesiones en Madrid y, al menos, 5 sesiones fuera de la capital. Es decir, necesitaban a alguien que fuera experto no sólo en maquillaje, sino también en cómo le afecta a dicho maquillaje la iluminación, el color del fondo, del suelo, los brillos, el ángulo de la cámara, etc.
Ahora, con el servicio que ha decidido contratar el Ministerio de Presidencia, la tarea del profesional que se encarga de cuidar la imagen del Gobierno será más minuciosa de lo que era hasta ahora. Este nuevo contrato les permitirá controlar no solo la apariencia de los políticos sino también la parte más técnica para seguir que las cámaras capten de la mejor forma posible a los miembros del Ejecutivo. Con este servicio no dejan nada al azar porque tienen claro que invertir en su imagen es una buena forma de emplear el dinero público.