El escándalo de Pegasus ha salpicado con fuerza el Centro Nacional de Inteligencia. Tanto es así que su directora, Paz Esteban, ha tenido que dejar su cargo al frente del organismo. Si bien la ministra de Defensa Margarita Robles ha recalcado que se trata de una sustitución natural, lo cierto es que si la polémica de Pegasus no hubiera estallado Paz seguiría al frente del CNI. Ningún cambio de este tipo estaba previsto hasta que llegó Pegasus. No obstante, las sustituciones se han hecho con personas de la casa ya que Robles está tratando de calmar el malestar que existe dentro del CNI después de los últimos acontecimientos.
La gran triunfadora de este baile de sillas es Esperanza Casteleiro. La funcionaria estaba a punto de cumplir dos años al frente de la secretaría de Estado de Defensa, el puesto más alto del departamento tras la ministra. Sin embargo, ahora su destino está al frente del Centro Nacional de Inteligencia como relevo de Paz Esteban que ha tenido que abandonar su cargo tras el escándalo de espionaje a líderes independentistas a través del CNI.
Su marcha deja vacante el codiciado puesto de la Secretaría de Estado de Defensa. Este cargo es el más importante de Defensa después de la ministra. Su capacidad operativa y la generosa remuneración que se obtiene en este puesto deja latente que es uno de los puestos más codiciados dentro del organigrama del ministerio. Tras la salida de Esperanza Castelereiro, será Amparo Valcarce quien ocupe este cargo. Valcarce ocupaba la subsecretría de Estado del ministerio, es decir, era la número de tres de Margarita que ahora ha ascendido a la número dos. Amparo ha sido premiada por Robles y no es para menos puesto que fuentes internas de Defensa aseguran que muchas veces ejercía como ministra.
El ascenso de Valcarce deja vacante la subsecretaría de Defensa que será ocupada por Adoración Mateos Tejada. Hasta ahora, Adoración presidía la Dirección General de Personal del Ministerio de Defensa bajo la cual le correspondía la planificación y desarrollo de la política de personal, así como la supervisión y dirección de su ejecución. De este modo, las mujeres de confianza de Margarita Robles ascienden un escalafón en cuanto a cargo. La número tres sube a número dos y está llega hasta la codiciada presidencia del Centro Nacional de Inteligencia. Olvidándose de sus «margaritos», Robles trata de hacer el mínimo cambio posible al frente de su departamento.
Estos nombramientos dejan entrever que Margarita Robles ha decido premiar a sus fieles. La confianza es algo vital para ascender en el organigrama institucional y precisamente esto es lo que se ha premiado a la hora de rediseñar a los altos cargos de Defensa. Ninguna cara nueva ha llegado a lo más alto del ministerio, quizás así se puedan apaciguar los ánimos dentro del CNI que llevan semanas caldeados tras salir a la luz el escándalo Pegasus.
MARGARITA ROBLES SACA PECHO POR EL CNI
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Margarita Robles ha sacado pecho por el Centro Nacional de Inteligencia. La ministra de Defensa ha elogiado el trabajo de las miles de personas que allí trabajan y que en palabras de Robles han evitado numerosos atentados tanto en España como en el extranjero. Es por ello que al frente de este organismo, Margarita ha puesto a una persona de su máxima confianza: Esperanza Casteleiro.
«Se puede imaginar mi comodidad por mi directora de gabinete, mi secretaria de Estado, la persona con la que yo trabajo cotidianamente», ha asegurado Margarita Robles tras ser preguntada si se sentía cómodo con los cambios. Cerciorando que la nueva dirección conoce a la perfección como funciona el CNI, Margarita ha tratado de calmar los ánimos dentro de este órgano salpicado de polémicas en las últimos días.
Asimismo, tratando de dar normalidad al relevo de Paz Esteban. Robles ha expresado durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que se trata de una sustitución natural de una funcionaria por otra. «No le acepto la destitución, sino la sustitución», ha espetado la ministra ante la pregunta de una periodista. No obstante, cabe destacar que si la polémica de Pegasus no hubiera estallado no estaba prevista sustitución ninguna.
MARGARITA ROBLES: «No le acepto la destitución, sino la sustitución»
A pesar de tratar de maquillar estos cambios tan agresivos en la cúpula de Defensa y sus organismos, la ministra ha aceptado los errores cometidos por el CNI. «Está pasando en todos los países y por eso vamos a intentar que estos errores no se puedan producir, pero también le digo que no existe la seguridad plena, ni la salud plena, eso tiene que quedar muy claro», ha reiterado en varias ocasiones la ministra que tras los cambios entre los altos cargos trata de dar por zanjada la crisis.