sábado, 4 mayo 2024

Vox eleva el tono en Andalucía para salvar la vicepresidencia de Olona

Vox encaraba feliz la campaña andaluza, pero el arranque de la misma no está siendo demasiado grata porque varias encuestas señalan que serán prescindibles para el Partido Popular, que aspira a gobernar en solitario como paso previo al intento de asalto de Alberto Núñez Feijóo a La Moncloa.

Las grandes sensaciones que disfruta el presidente andaluz Juanma Moreno inquietan a Vox, que ha puesto toda la carne en el asador para marcar la agenda estatal de los próximos gracias a la hipotética vicepresidenta autonómica Macarena Olona.

La alicantina, en clara intención nacionalista e imperialista, arrancó campaña en Granada «a los pies de Isabel la Católica y Cristóbal Colón, un lugar que cambió el rumbo de la historia del mundo». «Vox sale a ganar para que Andalucía gane», añadió.

La todavía diputada estatal asegura que van a recorrer «cada kilómetro de Andalucía con un mensaje de esperanza, prosperidad, familia y seguridad».

ABASCAL SE IMPLICA EN CAMPAÑA

La imagen de Santiago Abascal encaja más que la de Macarena Olona en una campaña andaluza liderada por candidatos moderados en las formas, véanse el presidente autonómico Juanma Moreno o el candidato socialista Juan Espadas.

Abascal, que hace unos años se subía a un banco sevillano ante escaso público, hace unos días afirmaba estar dispuesto a volver al mismo lugar, «pero lo que no estamos dispuestos es a arriar ninguna bandera ni a cerrar ningún debate de los que hemos abierto. Estamos aquí y aquí estaremos muchos más». 

El líder de la tercera fuerza estatal, reconoce que hace un lustro eran «muy poquitos y yo tenía una sensación de ridículo espantoso. Pronto empezamos a ser muchos. 800.000 andaluces en las elecciones de 2018. Casi tres millones en las generales y luego nos volvieron a convocar a elecciones y llegamos casi a cuatro millones. Y desde entonces no han parado de insultarnos ni de criminalizarnos».

El exparlamentario del PP señalaba con enfado que Santillana calificaba sus polémicas ideas como herederas de las de ideología nazi: «A esos lacayos del gobierno disfrazados de editoriales les decimos que arrieros somos. Y que ya gobernarán otros. Y que no vamos a tolerar que desde ningún tipo de editorial o medio de comunicación se demonice a media España, que se divida y se rompa la convivencia como están haciendo. No vamos a tolerarlo. Así que, que aprovechen el poco tiempo que les queda porque ya llegaremos nosotros».

VICTIMIZACIÓN

Vox demuestra encontrarse cómodo como víctima y en las últimas semanas ha intentado exprimir que COPE excluyese a Macarena Olona de un debate moderado por Carlos Herrera entre Juanma Moreno y Juan Espadas.

La formación ultraderechista también ha protestado después de que el Ayuntamiento de la localidad granadina de Salobreña, gobernada por el PSOE, haya desempadronado a la diputada por la fragilidad argumental para fijar su residencia en este municipio.

La Junta Electoral de Granada dictaminó que el empadronamiento en Salobreña de Macarena Olona como su inscripción en el censo electoral son actos «administrativos en firme» a pesar de que el dueño de la casa, Manuel Martín Moreno, presidente de Vox Granda, clarificó la situación: «No puedo decir que ella esté aquí regularmente porque estaría mintiendo. Ella viene a veces, en vacaciones, porque obviamente trabaja en Madrid. Cuando viene, yo le cedo la parte de arriba de la casa y yo me quedo en la de abajo».

Olona, haciendo oídos sordos, sigue con su estrategia: «Soy la candidata del pueblo, soy la candidata de Andalucía y para todos los andaluces. Las élites hoy no están aquí, soy una de los vuestros. Si yo llego, si Vox llega, llegaremos todos».

Y Abascal también eleva el tono: «No basta con expulsar a los socialistas de San Telmo, hay que hacer que se produzca una verdadera alternativa y no un simple relevo como el que se ha producido, debemos lograr sacar las políticas de la izquierda también de San Telmo para que Andalucía cambie de verdad. Macarena Olona es la garantía del verdadero cambio en Andalucía».

La candidata de Vox, por lo pronto, ya ha incumplido su primera promesa: solo dejará de ser diputada cuando se constituya el nuevo Parlamento de Andalucía «en aras de mantener su actual condición de abogado del Estado en servicios especiales», asegura.