Las malas decisiones de Arancha González Laya dinamitan la política exterior española

Las malas decisiones de Arancha González Laya se convierten en las más caras de las relaciones exteriores del Gobierno de España. La torpeza de acoger al líder del Frente Polisario, Brahim Gali, ha repercutido de forma muy negativa a las relaciones internacionales de España. Primero fue Marruecos, ahora Argelia y el salvavidas a la Unión Europea. Las relaciones exteriores son la asignatura pendiente del Ejecutivo de Pedro Sánchez ya que Arancha González Laya se encargó de dinamitarlas.

La torpeza de acoger al líder del Frente Polisario, Brahim Gali, ha repercutido de forma muy negativa a las relaciones internacionales de España

La acogida en un hospital logroñés de Brahim Gali ha dinamitado las relaciones de España con los países del Magreb. A pesar de que el propio ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska hubiera advertido a la entonces ministra de Exteriores, Arancha González Laya de que está decisión traería consecuencias, la titular del departamento diplomático decidió acogerle. Justificando la entrada del líder del Polisario por cuestiones humanitarias, Arancha González Laya consiguió que Brahim Gali aterrizara en la base aérea de Zaragoza y pernoctara en el hospital de Logroño.

Tal y como advirtió Fernando Grande Marlaska, las consecuencias no se hicieron esperar. Cuando los servicios de inteligencia marroquíes se percataron de la presencia del jefe del Polisario en España decidieron tomar cartas en el asunto. La primera fue abrir la valla de Ceuta y Melilla para dejar paso a los migrantes del norte de África a las ciudades españolas. Fuentes de los puestos fronterizos aseguran que en cuanto se tensionan las relaciones exteriores con Marruecos, las vallas se abren demostrando así que Marruecos es un socio indispensable para mantener la seguridad en las fronteras. Tras el salto, también se decidió retirar a los miembros de la Embajada marroquí en España que rompieron sus relaciones diplomáticas con el Ejecutivo de Pedro Sánchez.

Las duras consecuencias instaron al Gobierno a mover ficha. La destitución de Arancha González Laya no tardó en llegar y en su cargo se colocó a José Manuel Albares. El nuevo ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación del Gobierno de España decidió suavizar las relaciones con Marruecos y organizó un viaje oficial hasta Rabat. Acompañado del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el ministro se reunió con los altos mandos del Gobierno marroquí en una gira que duró tres días. Llama la atención como hasta se colocó la bandera de España al revés en una de las reuniones sin que ningún asistente o miembro del Gobierno dijera nada para subsanar el error de atrezo.

Durante esta visita oficial, se inauguró una nueva etapa de relaciones entre Marruecos y España. En ella, España reconoció la soberanía marroquí sobre el Sahara Occidental, un territorio muy sensible para Argelia ya que fue el país que acogió al grupo independista del Frente Polisario allí. España decidió tomar partida por Marruecos en detrimento de Argelia.

albares Moncloa

Como ya ocurriera con Marruecos, la respuesta Argelina no se hizo esperar. Hace tan solo unos días, Argelia rompió el Tratado de Amistad, Buena Convivencia y Cooperación como respuesta a su giro en cuanto al Sahara Occidental. Este acuerdo databa de 2002 y fue firmado por el expresidente argelino Abdelaziz Bouteflika y el expresidente español José María Aznar. Tras más de 20 años de vigencia, Argelia ha decidido romperlo.

LAS DECISIONES DE ARANCHA GONZÁLEZ LAYA COMPROMETEN EL ABASTECIMIENTO DE GAS EN ESPAÑA

Asimismo, Argel también ha decidido amenazar con el gas. Cabe destacar que Argelia es uno de los socios estratégicos en cuanto a abastecimiento de gas en España. Una gran parte de la península ibérica se abastece de gas a través de los gasoductos del Magreb que provienen de yacimientos argelinos. De este modo, Argelia ha decidido poner el foco en las sensibilidades con España y amenazar con el desabastecimiento de gas a pesar de que hayan firmado un acuerdo con Naturgy para que no falte este tipo de energía en España.

Ante la previsible respuesta argelina, la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, visitó Argelia con el objetivo de garantizar el suministro de gas. La ministra Teresa Ribera recalcó que el gas estaba aseguro tras esta visita oficial. Sin embargo, tras las últimas consecuencias este contrato podría vivir sus horas más bajas.

La amenaza ha hecho que los líderes del Gobierno de España acudan a Bruselas. El presidente de España, Pedro Sánchez, y el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación del Ejecutivo, José Manuel Albares están reclamando protección en la Unión Europea para garantizar el abastecimiento de gas en España tal y como se firmó. De esta forma, los miembros del Ejecutivo están enfrentando a Argelia con la Unión Europea, algo que no ayudará a suavizar las relaciones. Las malas decisiones de Arancha González Laya han sido el detonante para toda esta cascada de tensiones internacionales en las relaciones exteriores de España.