Teresa Ribera ignora el Midcat a pesar de las recomendaciones de la UE para abrirlo

La guerra de Ucrania ha comprometido el abastecimiento energético de los países que conforman la Unión Europea. Tal es así que evitar la dependencia del gas ruso ha obligado a Bruselas a buscar nuevas fórmulas de abastecimiento energético hasta el punto de declarar energías verdes tanto la nuclear como el gas. Europa se ha rendido con tal de mantener sus objetivos climáticos y para su consecución ha puesto el ojo en gasoductos españoles como el Midcat que yacen paralizados. Esta infraestructura, que nace en Cataluña, podría abastecer de energía a países como Francia y el norte de Italia, sin embargo, desde el ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico liderado por Teresa Ribera parecen no mover un dedo para resucitarlo. No obstante, la Unión Europea ha visto en el Midcat la infraestructura perfecta para transportar hidrógeno verde a Europa. Veremos si Teresa Ribera recoge el testigo.

Son numerosas las ocasiones en las que la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha defendido que el gasoducto Midcat debería ser una realidad. Y es que este proyecto sería capaz de transportar energía a varios países de la Unión ya que recorrería el litoral desde Martorell hasta Francia llevando gas. No obstante, la ministra Teresa Ribera ha recalcado que para su consecución necesitará fondos de terceros. Durante su intervención en la Reunió Cercle d’Economia en Barcelona celebrada el pasado mes de mayo, la ministra ha destacado que al tratarse de una cuestión de seguridad de suministro a escala europea debe haber «financiación de terceros», es decir, de la Unión Europea.

A pesar de que Transición Ecológica esté buscando que otros financien el gasoducto español, es importante reseñar que se trata de infraestructura clave para limitar el precio de la energía que está tocando récords. Tener un gasoducto en España favorecería a abaratar la energía y además traería beneficios económicos a España ya que se podría abastecer a otros países colindantes. Asimismo, la construcción sería favorable para reducir la dependencia energética de España y en especial de Rusia que era la potencia exportadora de gas más importante de la Unión Europea. Es por ello que desde la organización supranacional han puesto el foco en el gasoducto español para así aislar a Rusia en esta «guerra» energética.

Midcat

Los planes de la Unión Europea pasan porque el Midcat sea capaz de transportar hidrógeno verde en lugar de gas. Según el plan de la Comisión Europea se calcula que serán necesarios 210.000 millones de euros para invertir en la desconexión de la energía rusa. “Las inversiones adicionales para conectar terminales de importación de gas natural licuado en la península Ibérica y la red de la UE a través de infraestructuras listas para el hidrógeno pueden contribuir a diversificar el suministro de gas”, reza el documento del Ejecutivo.

TERESA RIBERA Y SÁNCHEZ TRATAN DE REACTIVAR EL MIDCAT CON MARRUECOS DE POR MEDIO

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha adoptado de forma inesperada un papel protagonista gracias a la guerra de Ucrania. Y lo está aprovechando. La necesidad de Europa de rebajar la dependencia energética que tienen del gas ruso ha dado España un papel geopolítico clave que incluso ha acercado a Sánchez a Estados Unidos. La alternativa para Europa es comprar gas de Argelia. Y dado que ya existe un gasoducto construido que va desde el país africano hasta Gerona, España se ha convertido en la puerta de entrada de la alternativa energética, a falta de resucitar el gasoducto Midcat que una definitivamente la red española con Francia; y de ahí, al resto de Europa.

Sánchez, todo su equipo de la Moncloa y el ministerio de Exteriores han trabajado duro a nivel diplomático (durante 15 meses) y desde que estalló el conflicto en el corazón de Europa han acelerado los contactos con Argelia y con Marruecos para asegurar la provisión de gas de lo que será “un gran negocio” para España. La visita a Madrid del pasado 7 de marzo de la vicesecretaria de Estado de EE.UU., Wendy Sherman, también estaba relacionada con el abastecimiento de gas, pese a que vendieron otra cosa. Se ocultó el motivo real del viaje con la idea de que se tratarían asuntos relacionados con la ciberseguridad y con el conflicto de Ucrania, pero el tour llevaría a Sherman a España, Marruecos, Argelia y Egipto, por ese orden, para tratar el posible abastecimiento de gas a toda Europa. Y desde Moncloa y Exteriores eran plenamente conscientes de ello.

Tras este giro internacional, el proyecto del gasoducto Midcat podría ver su resurrección pronto. Sin embargo, desde la Unión Europea apuestan porque en vez de transportar gas sea capaz de llevar hidrógeno verde a varios países del continente. Desde el ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico liderado por Teresa Ribera aún no se han pronunciado a pesar de que el Midcat tenga parte del poder de aislar energéticamente a Rusia.