Cómo enfriar la cerveza sin usar la nevera ni el congelador

A todos nos ha pasado que nos encontramos en una situación peculiar donde queremos enfriar una bebida, especialmente la cerveza, y no podemos porque no hay hielo, nevera o congelador. Os enseñamos ciertos trucos para poder hacer este proceso sin la necesidad de usar todo esto.

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Último paso del proceso

El último paso para enfriar nuestra cerveza es poner una toalla húmeda encima. Para ello, tendremos que mojar bien una toalla con agua lo más fría posible y escurrirla para que no chorree. Debemos extender esa misma toalla de manera firme por los bordes de las dos ollas y asegurarnos de que cubra toda su abertura. Con todos estos pasos hechos de manera correcta, nuestro “refrigerador de barro” estará completo y listo para ser eficaz. Si necesitamos enfriar las cervezas más rápido, podemos poner las bebidas dentro de manera inmediata. Sin embargo, tenemos que tener presente que el interior se podría enfriar más rápido sin las bebidas. El proceso no sería inmediato. Y si movemos la toalla, no tenemos que dejar el “refrigerador” abierto por mucho tiempo. Si no, perderemos todo el aire frío que conserva.

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