Con el calor intenso del verano, los problemas circulatorios limitan la vida de muchas personas y restan calidad de vida. Dolores de cabeza, mareos, incluso desmayos, son algunas de las consecuencias de unas temperaturas tan elevadas que el organismo apenas puede adaptarse a ellas.
El sistema cardiovascular es el primero que se ve afectado, por eso durante el verano hay muchos problemas de tensión baja y vasodilatación. También se incrementa la sudoración y la pérdida de líquidos y minerales, lo que puede provocar que el cerebro reciba menos flujo sanguíneo.
3SÍNCOPES
Hay personas que tienen valores bajos de tensión arterial de forma natural sin sufrir molestias, pero cuando se produce una bajada brusca, puede ocurrir lo que se conoce como un síncope. Existen distintos tipos de síncope:
- Síncope reflejo o vasovagal o lipotimia. Es una pérdida transitoria del conocimiento repentina y de poca duración. La recuperación es también rápida y completa. Ocurre cuando disminuye el riego sanguíneo hacia el cerebro, y este deja de funcionar de forma adecuada. A veces se puede prever la lipotimia atendiendo a síntomas previos como debilidad, náuseas, calor intenso, piel enrojecida, aturdimiento o alteraciones visuales o auditivas.
- Síncope secundario por bajada de la tensión en relación con la postura del cuerpo. Son esos mareos que se producen cuando nos levantamos muy deprisa.
- Síncope de origen cardíaco. Como indica su nombre, está relacionado con enfermedades del corazón que alteran el rimo cardiaco, provocando taquicardias o pausas prolongadas.
