Las petroleras se enriquecen un 150% gracias al bolsillo de los españoles y las ayudas del Gobierno

Desde hace más de un año los ingresos de las petroleras no han dejado de aumentar. Durante la pandemia del covid-19 las estaciones vieron como sus ingresos se reducían, por eso, cuando los ciudadanos volvieron a salir a las calles decidieron que era hora de recuperar el dinero perdido. Así, comenzaron a aumentar los costes de los carburantes con cifras históricas que no dejaban de superarse batiendo récord tras récord. Ni si quiera las ayudas del Gobierno han servido para paliar la situación que sufren los ciudadanos cada vez que van a llenar el depósito de sus vehículos, ya que las petroleras subían el precio del carburante el mismo nivel de la ayuda. Ahora, Cepsa ha publicado los datos de sus beneficios y, según han informado, obtuvieron un beneficio neto de 841 millones de euros en el primer semestre del año, lo que representa un incremento del 149% con respecto al mismo periodo del ejercicio pasado, impulsado por el alza en los precios del crudo.

El beneficio neto ajustado de la compañía, que mide específicamente el desempeño de los negocios, fue de 463 millones de euros en el periodo de enero a junio, frente a los 183 millones registrados en el mismo periodo de 2021, informó la empresa. El grupo destacó que estos beneficios, «en un contexto de continua volatilidad en los mercados energéticos globales, altos precios del crudo y una situación de incertidumbre regulatoria en España», permiten compensar las pérdidas netas registradas durante la pandemia, que en el primer semestre de 2020 ascendieron a 842 millones de euros. El resultado bruto de explotación (Ebitda) ajustado de Cepsa a junio se situó en los 1.742 millones de euros, duplicando así los 842 millones de euros del mismo periodo del año anterior. De esta cifra, el 55% se generó fuera de España y el 45% en el país.

Las petroleras siguen haciéndose de oro

Esta mejora se debió, principalmente, al incremento de los resultados de su negocio de Exploración y Producción (Upstream) y al aumento de los márgenes de refino, como consecuencia de las restricciones de oferta de productos procedentes de Rusia, así como la reducción de la capacidad de refino en Europa durante la última década. En concreto, los precios del crudo en el segundo trimestre mantuvieron su espiral alcista, acelerada desde la invasión de Ucrania por Rusia, registrando una media de 113,8 dólares por barril en el periodo, frente a los 68,8 dólares/barril mismo periodo del año pasado. Mientras, los márgenes de refino aumentaron durante el segundo trimestre, situándose el margen medio de la petrolera en 19,1 dólares/barril en este periodo, frente a los 4,5 dólares/barril del mismo periodo del año pasado.

A estas cuestiones que detalla la petrolera hay que añadir una fundamental y es que no han dejado de aumentar el precio de la gasolina y el diésel, el cual se encuentra por encima de los 2 euros. Una cifra insólita que supone todo un sablazo para los ciudadanos españoles. Y es que, se trata de una situación ante la que el Gobierno se encuentra contra la espada y pared. No saben que hacer para contener la tendencia al alza de los carburantes. Ni las ayudas ni ninguna de las medidas probadas hasta ahora han sido efectivas. El Ejecutivo que dirige Pedro Sánchez aprobó una ayuda de 20 céntimos por litro para tratar de reducir el coste final que asumen los españoles. Sin embargo, al ver estas medidas las petroleras se frotaron las menos y decidieron subir el precio del combustible exactamente los mismo que la medida.

Así, con esta estrategia han conseguido estos astronómicos beneficios, algo que ha afirmado el consejero delegado de Cepsa, Maarten Wetselaar, quien destacó que el grupo ha conseguido presentar «unos sólidos» resultados financieros para el semestre «en un contexto de volatilidad en el sector energético internacional y una situación regulatoria incierta». Sin embargo, no contentos con ello se han quejado de la «presión regulatoria», ya que consideran que ha afectado a su negocio en el segundo trimestre y puede seguir teniendo un impacto en el futuro». Todo ello mientras continúan aumentando los costes de lo gasolina y continúan ahogando a los ciudadanos. Además, sacan pecho asegurando que Cepsa contribuyó en este periodo con 2.232 millones de euros en impuestos en España, frente a los 1.685 millones de euros en el primer semestre de 2021, de los cuales 1.153 millones fueron pagados y 1.079 millones recaudados por cuenta de la Hacienda Pública española, principalmente en relación con los impuestos especiales sobre los hidrocarburos.

NADIA CALVIÑO REDOBLA SOBRE LA PRESIÓN SOBRE LA CNMC POR NO PONER COTO A LAS PETROLERAS

La vicepresidenta del Gobierno Nadia Calviño no está demasiado contenta con la labor de su “amiga” y presidenta de la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia, Cani Fernández Vicién, en plena tormenta inflacionaria. La razón por la que la ministra tiene puesto el ojo en Cani tiene que ver con las petroleras y con los elevados precios de la gasolina y del diésel. Pese a que la vicepresidenta económica ha pedido en varias ocasiones a la CNMC que controlara si las petroleras habían convertido la ayuda de 20 céntimos el litro en una subvención, los resultados no han sido óptimos. Lo cierto es que la CNMC no ha sido capaz de encontrar pruebas contundentes como para meter mano a las principales petroleras. Pero en el Gobierno están completamente convencidos de que estas grandes empresas han utilizado la ayuda para engrosar sus cifras.

Desde la vicepresidencia de Calviño tienen claro que en los dos años que Cani Fernández Vicién lleva al frente de la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia, no ha conseguido contentar las pretensiones de la ministra en los tiempos más difíciles. La inflación disparada tiene el elevado precio del carburante como una de las razones principales por las que ya se supera el 10%. Esto ha llevado al Gobierno a obsesionarse con el hecho de que el oligopolio formado por las petroleras está condicionando al Ejecutivo. No es la primera vez que Competencia vigila si las petroleras se ponen de acuerdo para establecer unos precios concretos. En 2013 ya pusieron la lupa sobre las estaciones de servicio sin demasiado éxito. Y ahora parece que tampoco Cani ha conseguido el principal objetivo.