Contratos precarios, sin trienios y con medios escasos, así es la odisea de ser enfermera escolar

Siempre con una sonrisa y dispuestas a ayudar a cualquier niño que ha tenido un accidente es como se suele encontrar a las enfermeras escolares. Sin embargo, su situación laboral es muy distinta. No tienen responsable directo, se les deniegan días de libre disposición, no existe una bolsa de trabajo y su trabajo acaba en cuanto a cada centro le plazca. Todos estos problemas se unen a contratos precarios con horarios irrisorios comprometidos por la nueva reforma laboral que ha aprobado el Ejecutivo y que condena a los contratos temporales. Las enfermeras escolares son una profesión cuya carrera profesional no está reconocida y ante todos estos problemas la Consejería de Educación de la que dependen no mueve un dedo.

Actualmente, la Comunidad de Madrid cuenta con alrededor de 700 enfermeras contratadas. Los centros escolares públicos de la región que tengan a algún niño con patologías son los únicos que pueden optar a tener a una enfermera profesional en su colegio. Sin embargo, estas profesionales yacen aisladas cada una en su centro escolar sin ningún tipo de supervisión o gestión como ocurre en los centros hospitalarios. Además, estas profesionales han sido hacinadas en cuartitos pequeños que en algunos casos han sido anteriormente trasteros de limpieza. «No tenemos consultas en condiciones y hacemos las labores de enfermería», denuncia una enfermera escolar que prefiere mantener el anonimato y que asegura que no se están cumpliendo los mínimos exigidos en la Orden 1158/2018 de 7 de noviembre en la que se regula cómo debe ser una consulta de enfermería profesional.

Los días de vacaciones también son un hándicap para estas profesionales. En cuanto a los días de libre disposición, muchas de ellas no pueden disfrutarlos porque, aunque está en su convenio, se les deniegan ya que el centro quedaría sin enfermera y tampoco se los abonan. Asimismo, este gremio carece de bolsa de trabajo específica, lo que significa que hasta ahora no había criterios para ocupar las distintas plazas en los centros, es decir, quien llegaba primero, da igual si con más o menos experiencia, era el que se quedaba en un determinado centro.

Si bien estas condiciones son lamentables, los contratos no son mejores. «La gran mayoría de contratos son con jornadas reducidas de 50%, 67%, 89% y muy pocos del 100%. Este año, con la reforma laboral desaparecen los contratos por obra y servicio, pero hasta el momento actual no sabemos aún a qué tipo de contrato vamos a poder optar, nos han solicitado, a través de la bolsa de trabajo del SERMAS y del SEPE, diferentes documentos para hacer una baremación sin fijar unos criterios establecidos con anterioridad de cómo va a ser dicho proceso», explica una de las enfermeras escolares que denuncia que deben estar pendientes de que las llamen para citarlas a un acto público que tendrá lugar en una fecha indeterminada del mes de agosto para hacer el reparto de plazas entre los seleccionados. Es decir, todo el verano en vilo para saber si tendrás trabajo al año siguiente.

POCA TRANSPARENCIA EN LA CONSEJERÍA DE ENRIQUE OSSORIO

El inquietante proceso para saber si obtendrán plaza o no ha irritado a más de una de las trabajadoras del gremio que acusa a la Consejería de Educación de Enrique Ossorio de ser poco transparente en cuanto al proceso. Esta enfermera denuncia que el modo en el que han recopilado su documentación para hacer “esa baremación” ha sido a través de correo electrónico con la dificultad añadida que ha supuesto la masiva llegada de correos para una plataforma que no está preparada por lo que hemos tenido que mandar en diferentes emails porque el buzón de recursos humanos rebotaba debido a la incapacidad de la plataforma para recibir tanta información. «No sabemos si ha llegado toda la información correctamente», asegura.

enrique ossorio
Enrique Ossorio (PP)

De este modo, las enfermeras escolares han pedido que se abra una bolsa de trabajo para su gremio donde se puntúe con justicia la experiencia y formación relacionada con la enfermería escolar. «Exigimos contratos del 100% en todos los colegios de la comunidad y un personal sanitario por DAT que supervise y protocolice el funcionamiento de la enfermería en los colegios, ya que nos sentimos abandonados y sin directrices claras de trabajo, cada uno hace lo que puede y se le deja», denuncian una de las enfermeras escolares en una conversación con MONCLOA.com.

Y es que estas enfermeras escolares se encuentran aisladas del resto de profesionales sanitarios de la región a pesar de ser enfermeras tituladas. Al trabajar en colegios, ellas dependen de la Consejería de Educación liderada por Enrique Ossorio desde la cual no se están abonando los trienios correspondientes. Tampoco se está percibiendo tampoco el complemento asistencial contemplado en el convenio colectivo del personal laboral en el artículo 180. Enrique Ossorio, el consejero madrileño y mano derecha de Isabel Díaz Ayuso, prefiere mirar hacia otro lado.