Las irresistibles croquetas que parecen albóndigas ¿o al revés?

Al final la forma no importa si está delicioso el contenido. No obstante, dos de los platos preferidos por los españoles, las croquetas y la albóndigas, se distinguen por su particular forma: unas más alargadas y cilíndricas y las otras redondas. Pero no siempre es así, al menos con las croquetas. Es cierto que a las albóndigas no les gusta perder su forma redonda, porque si no ya no lo serían, pero las croquetas tienen «bula» para cambiar de forma, en este caso redondas. Veamos una receta donde en apariencia podrían parecer albóndigas, pero no. Eso sí, igualmente deliciosas.

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LOS SIGUIENTES PASOS

Con la masa resultante hacemos las albóndigas, con un tamaño a elección pero normalmente pequeño o medio, porque si no no se cocerá bien la carne sin que se queme el rebozado. Tiene que haber un equilibrio.

A continuación las pasamos por harina de garbanzos, para darle un toque diferente, la clara de huevo batida y pan rallado. Ahora es el turno de freír en aceite de oliva caliente pero que no humee, ya que si te pasas en la temperatura enseguida quedarían tostadas por fuera pero la carne quedaría cruda. Lo ideal es a fuego medio, ya que consigues la fritura lenta más la cocción.