El precio de los carburantes se ha reducido considerablemente, después de más de un año con tendencias al alza y batiendo récord tras récord. Tanto la gasolina como el diésel se encuentran muy por debajo del umbral de los dos euros. Esto se debe en parte a las ayudas del gobierno, pero principalmente a la situación de oferta y demanda y durante el periodo de verano la demanda se ha reducido considerablemente. Por este motivo, las estaciones de servicio se han visto obligadas a reducir los costes del combustible.