Si hay una fruta veraniega por excelencia esa es la sandía. Es refrescante, saciante, rica, sin apenas calorías puesto que es agua mayoritariamente… Pero en ocasiones, al ser tan consumida, se acaba estropeando o te encuentras con un montón de restos que puedes aprovechar para más cosas de las que imaginas. Vamos mostrarte ambas cosas, para sacar todo el provecho, más este año que su precio está por las nubes y hay que compensar y hacer uso de toda ella.
8CÓMO HACERLO EN ESCABECHE
Lo primero es pelar la piel verde de la cáscara de la sandía y cortar la corteza en tiras. Cogemos una cacerola mediana y mezclamos 5 tazas de agua con 3 cucharadas de sal, hasta hervir. Ahora añades la cáscara y lo dejas a fuego lento unos 5 minutos. Lo escurres y dejas enfriar.
A continuación, en otra cacerola mezclas vinagre, azúcar, salmuera y 1 taza de agua. Lo llevas a ebullición, removiendo para disolver el azúcar y la sal. Ahora añades la corteza y lo vuelves a hervir, cociéndose a fuego lento otros 5 minutos. Lo retiras y enfrías de nuevo, colocando una tapa o plato encima para que la corteza siga sumergida. Ya solo queda pasarlo a un tarro hermético y refrigerar unas 12 horas mínimo.
