Por fuentes noruegas, nos acabamos de enterar de que las Fuerzas Armadas Españolas (FAS), en concreto la Armada, ha seleccionado para equipar sus fragatas uno de los más modernos misiles antibuque del mundo, el de la firma nórdica Kongsberg Defence & Aerospace (KDA) NSM.
NSM atiende a la denominación en noruego de Nytt SjomalsMissil, que en español se traduciría como nuevo misil antibuque, aunque para su comercialización internacional lo denominan con la terminología en inglés de Naval Strike Missile, que coincide también con dicha abreviatura. Estamos ante un misil de largo alcance, unos 150 kilómetros, de alta precisión y altamente polivalente, ya que puede ser empleado desde varios tipos de plataformas. En la versión básica tiene una longitud de 3,95 metros y un peso de 347 kilogramos, de los que 120 se corresponden con su potente cabeza de combate.
Estamos ante un arma del moderno concepto de “dispara y olvida”, ya que cuenta con guía GPS, que se refuerza con un sistema inercial para navegación de medio curso, realizándose la última fase, antes del impacto, mediante un visor IIR de alta definición, que se combina con un software de clasificación final del objetivo, por lo que se puede guiar contra las partes más vulnerables del navío atacado. Cuenta además con un preciso sistema de altímetro laser que permite el guiado durante el trayecto en el que puede variar el rumbo mediante maniobras que generan varios G, es parcialmente furtivo a los radares enemigos, y en general está diseñado para otorgar una baja firma radar e infrarroja . Su motor turbofan es muy discreto ya que no emite estela de humo.
El conocimiento de la posible intención de la Armada para dotarse del sistema surge cuando en la web del citado fabricante noruego KDA se suma la bandera de España entre la lista de naciones que han seleccionado el NSM, o su versión de lanzamiento aéreo o Joint Strike Missile (JSM).
A reglón seguido, el medio noruego Teknisk Ukeblad sacaba un artículo en el que se afirmaba que el fabricante del misil había confirmado que “antes de las vacaciones de verano el Ministerio de Defensa español había elegido uno de los productos de la empresa”.
Así España se sumaría a los actuales y futuros usuarios del arma, muchos de los cuales son de primer orden, ya que según la web citada son: Polonia, Malasia, Estados Unidos, Alemania, Japón, Rumanía, Canadá y Australia. Además, son usados por la misma Noruega, que los ha integrado en sus fragatas de la clase Fridtjof Nansen, que recordemos fueron construidas en España por parte de Navantia, y en sus navíos de ataque armados con misiles, aunque oficialmente los definen como corbetas, de la clase Skjold.
Desde entonces no ha habido nuevas comunicaciones, señala el medio aludiendo a fuentes de la compañía, que espera que la formalización del pedido se cumpla lo antes posible. Siempre según el medio, se usarán para sustituir a los actuales misiles antibuque RGM-84 Harpoon en las fragatas F-100 de la Armada española, además de equipar a las nuevas F-110 de la clase Bonifaz.
Estamos ante un arma muy polivalente, dado que puede ser integrado, además de en buques de superficie, en submarinos (aún en desarrollo), aviones de combate, helicópteros y en camiones como sistema de defensa costera.
Además de su posible futura integración en las F-110, cuya construcción comenzó en los astilleros de Navantia de Ferrol (La Coruña) el pasado mes de abril, serían un sistema vital para poder realizar la modernización de media vida o Medium Life Update(MLU) de las actuales fragatas F-100/105 de la clase Álvaro de Bazán, que la Armada ha solicitado en varias ocasiones. Ante los retrasos de la puesta en marcha de las F-110, que sustituirán a las muy veteranas F-80 o clase Santa María, es muy importante la modernización de las citadas F-100/105 para mantener la alta capacidad, tanto para la defensa de España como de su aportación al componente naval permanente de la OTAN, que se realiza sobre todo con estos navíos de escolta.
También los aviones de combate Eurofighter del Ejército del Aire podrían integrarlo, además de en el caza de 5ª generación Lockheed Martin F-35 que, como publicamos la semana pasada, también podría sumarse a sus filas y las de la Armada.
Siguiendo esa línea, la Institución naval también los podría utilizar desde los nuevos helicópteros Sikorsky MH-60R, cuya compra ha sido autorizada por los Estados Unidos; además para dicha integración se podrían compartir costos con la Marina de la India, que ha manifestado su interés en sumar el misil a la panoplia de armamento de las aeronaves de ala variable de este mismo modelo, que ha empezado a recibir este verano.
La Armada española cuenta con la buena experiencia de utilizar desde 2003 el misil antecesor del NSM, también de la firma KDA, Penguin, integrado en el armamento de los helicópteros Sikorsky SH-60B de su Decima Escuadrilla.
Finalmente nos deberíamos referir a la versión del NSM, cuyos tubos de lanzamiento se sitúan sobre camiones, para servir como sistemas móviles de defensa de costas, que ya utiliza Polonia, asociado a los radares locales TRS-15M Odra. En este caso podría ser un magnífico reequipamiento para la capacidad de la Artillería de Costa del Ejército de Tierra, actualmente solo equipado con obuses remolcados, que lleva años solicitando contar con un sistema de misiles para este rol.