Teresa Ribera se aburre en la silla de su despacho y busca algo que hacer antes de que la cesen en la crisis de Gobierno

Teresa Ribera tiene tan pocas funciones y competencias dentro del Gobierno y de su departamento que se aburre. La titular de Transición Ecológica y Reto Demográfico ha ido perdiendo competencias a medida que iba avanzando el año hasta el punto de no tener prácticamente nada que hacer. Desde no dejarla defender el decreto de ahorro energético en el Congreso de los Diputados hasta derivar la competencia de la ley de costas a las comunidades autónomas. Y todo porque todos saben que en la crisis de Gobierno que se llevará acabo en enero de 2023 será una de las elegidas para abandonar su cargo. Por este motivo, la titular de Transición Ecológica y Reto Demográfico ha decidido buscarse una nueva utilidad y algo que hacer hasta que finalmente le den la patada desde Moncloa y prescindan de ella. Y Teresa Ribera ha decidido poner el foco en los ataúdes y, en general, en los crematorios.

Desde hace mucho tiempo que desde la Moncloa saben que Teresa Ribera no va a acabar la legislatura, dado que ha habido varias cuestiones que la han situados dentro del radar de Pedro Sánchez y que finalmente han acabado por añadirla dentro de la lista de candidatos a abandonar las filas del Ejecutivo. Y no solo eso, sino que todos saben que nadie podrá salvarnos, no tiene nada que hacer porque la decisión dentro de Moncloa ya está tomada. Por este motivo, no han dudado en ir restándole competencias a la menor oportunidad posible, dado que quieren que haga nada que pueda comprometer las decisiones del Gobierno. Ni siquiera la dejan tomar partido en las medidas que son de su competencia. Esta ministra se ha visto relegada a la silla de su despacho esperando a que le den la patada y por este motivo ha decidido buscar algo a lo que meter mano. Se trata de los ataúdes y todo lo que rodea a los crematorios, ya que quiere imponer cierto tipo de medidas para combatir el impacto ambiental.

TERESA RIBERA QUIERE IMPONER MEDIDAS MEDIO AMBIENTALES EN LOS CREMATORIOS

Entre ellas destacan que resultaría beneficioso cambiar los ataúdes de madera por unos de cartón ondulado, esta es la principalmente dentro de una batería de propuestas que han registrado en la Comisión de Transición Ecológica y Reto Demográfico del Congreso de los Diputados. Desde el departamento que dirige Teresa Ribera también quieren que los muertos se vistan con ropa de fibra textil natural y que se eviten en la medida de los posible las prácticas de tanatopraxia. Por último, también han destacado que es necesario reubicar los centro crematorio para que se sitúen fuera de los núcleos poblacionales, es decir, fuera de las ciudades. Y todo ello para reducir el impacto que los gases procedentes de los crematorios suponen para el medio ambiente.

Esta es el área al que Teresa Ribera ha decidido destinar su actividad laboral, los crematorio y la forma en la que se reduce el impacto ambiental. Y todo porque desde las filas del Gobierno no quieren que se ocupe de lo que realmente afecta a los ciudadanos españoles, como la factura de la electricidad. A ella se suma la ley de costa, que ha pasado a ser competencia de las comunidades autónomas. Y es que, desde las filas del Ejecutivo saben que Teresa Ribera está «sobrepasada». La elevada factura de la luz y los problemas con los embalses, han dejado a la ministra en una difícil situación, se ha quedado sin ideas y en la Moncloa lo saben. A ello se suma también el mal ambiente que crea dentro de su departamento y el hecho que creó una especie de lobby junto a su marido que no sentó nada bien a Pedro Sánchez. Esto ha hecho que cada vez tenga menos que hacer y esté aburrida en la silla de su despacho y, por eso, haya decidido meter mano a los crematorios.

PEDRO SÁNCHEZ HA CONVERTIDO A TERESA RIBERA EN UN FLORERO HASTA LA CRISIS DE GOBIERNO

Pedro Sánchez le ha encontrado una nueva utilidad a Teresa Ribera. La ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico está cada vez más quemada, sobrepasada y sin ningún tipo de ideas ante la situación que está viviendo España y toda Europa respecto a la crisis energética. En La Moncloa están desesperados por quitársela de encima, pero quieren hacer las cosas bien, no quieren repetir la misma purga que se llevó a cabo hace un año. Esta vez llevarán a cabo una crisis de Gobierno de una forma más elegante. Hay varios nombres que suenan para abandonar el cargo, pero solo uno de ellos parece que no tendrá salvación: Teresa Ribera. El presidente del Gobierno no ha dejado de restarle competencias a esta ministra, ya no confía en ella ni siquiera para defender medidas que dependen de su departamento. Y no solo eso, sino que ahora parece que le ha encontrado una nueva utilidad, un nuevo cargo ideal para lo que esperan de ella hasta que se lleve la crisis de Gobierno, que tendrá lugar a principios del año 2023. Así, Pedro Sánchez ha decidido convertir a Teresa Ribera en un florero hasta la próxima purga.