Los vocales del CGPJ se saltan a la torera a Paco Marín y nombran presidente del Consejo a Rafa Mozo

Los vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) han hablado. Desde que se anunció la dimisión de Carlos Lesmes, el hombre que sonaba para asumir su silla era Paco Marín, el vicepresidente del Tribunal Supremo. Sin embargo, los miembros del CGPJ tenían claro que sería un magistrado de su elección quien asumiera los mandos de dicho órgano. Y todo para otorgarle las competencias que ellos acordarán y así ha sido. Los vocales han rechazado que sea Paco Marín quien asuma el liderazgo del máximo órgano de los jueces y en su lugar han decidido nombrar a Rafael Mozo como presidente del CGPJ. Por su parte, Marín ha sido nombrado presidente del Tribunal Supremo. Se trata de una decisión inusual, hasta ahora sin precedentes dado que ambos cargos siempre han ido de la mano. Lo que está claro es que la salida de Lesmes ha dejado el Consejo General del Poder Judicial en una situación sin precedentes, que los vocales de este órgano no han dudado en aprovechar para dar un golpe sobre la mesa e imponer a Rafael Mozo como líder del CGPJ. Eso sí, no contará con carta blanca, ya que serán ellos los que decidan las competencias que tendrá.

Se trata de un movimiento sin precedentes, pero que se venía gestando desde que se dio a conocer la noticia de que Carlos Lesmes dimitía de su cargo. En septiembre estos magistrados ya sabían que iba a presentar su dimisión y desde ese momento los vocales del CGPJ no han dejado de trabajar y negociar el nombramiento de Rafael Mozo y finalmente se ha producido. Se trata de uno de los más veteranos de la casa, aunque las razones por las que situar a este magistrado son muy distintas. La primera de ellas es porque es progresista, para así disipar toda sombra de duda de que los vocales conservadores no quieren dar un nuevo golpe sobre la mesa para atrincherar el CGPJ en posiciones escoradas a la derecha. Aunque no es el único motivo que ha llevado a los vocales a tomar esta decisión.

el presidente del cgpj y del tribunal supremo eran cargos que iban de la mano hasta ahora

Los miembros del órganos del máximo órgano de los jueces serán quienes decidan las competencias y funciones que Rafael Mozo tendrá como presidente del Consejo General del Poder Judicial. Algo insólito hasta ahora, aunque no es lo único nuevo. Y es que, el cago de presidente del CGPJ y el de líder del Tribunal Supremo siempre ha ido de la mano, no se ostentaba un cargo sin el otro. Hasta ahora. Los vocales han decidido que no sea la misma persona la que asuma los dos cargos y si bien han situado a Rafael Mozo al frente del Consejo, han decidido colocar a Paco Marín como presidente de Tribunal Supremo. De esta forma, controlarán las funciones de uno y mantendrán el curso normal de sucesión.

A pesar de que se haya producido este nombramiento, no todos están de acuerdo y miran con recelos el alzamiento de Mozo como sucesor de Carlos Lesmes. Hay quien considera que se trata de una forma de los vocales de mantener cierto «control» del CGPJ, el cual lleva «caducado» desde diciembre de 2018. Lo que está claro es que los vocales tenía la determinación de llevar a cabo este movimiento y así ha sido. Se trata de todo un golpe sobre la mesa con el fin de colocar al frente del máximo órgano de los jueces a uno de los suyos. Lo que está claro es que el CGPJ está viviendo una situación sin precedentes, necesita una renovación desde hace cuatro años y parece que no llega. Y ahora, ha decidido llevar a cabo varias medidas insólitas, nunca antes llevadas a cabo, los cargos de presidente del CGPJ y del Tribunal Supremo ostentados por personas distintas y las competencias del nuevo líder del Consejo determinadas por los propios vocales. Esa es la realidad que se vivirá a partir de ahora.

LA DIMISIÓN DE CARLOS LESMES COMO PRESIDENTE DEL CGPJ HA CONSEGUIDO ALGO INUSUAL

La realidad es que la dimisión de Carlos Lesmes consiguió algo inusual: poner en el foco a los vocales. La dimisión del presidente del Tribunal Supremo, algo que se ha producido por primera vez en las historia de España, dejó entrever una crisis institucional que habían generado los partidos. El problema colateral fue que esa dimisión ponía sobre la mesa la necesidad de que este arrebato que ha tenido Lesmes de «sentido institucional» debía ser imitado por los vocales, quienes también han prolongado su buena vida durante cuatro años. Sin embargo, en cuanto el foco ha pasado a los vocales, ninguno se ha planteado en ningún momento presentar su dimisión para acompañar a Lesmes. Evidenciar que los partidos políticos deben renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) a golpe de dimisión no es algo que entre en sus planes.