Los vocales en funciones tratan de mantener el control de la Justicia con Mozo, su «hombre de paja»

La dimisión de Carlos Lesmes como presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha provocado una auténtica vorágine en los principales órganos judiciales, ahora «descabezados». Una situación ante la que los vocales del CGPJ parecen estar dispuestos a mantener el «control» sobre las instituciones judiciales a través de Rafael Mozo, aunque no les corresponda necesariamente y aunque se hayan negado a seguir el ejemplo dado por el ya expresidente del Supremo. Este movimiento de los vocales ha sembrado la polémica dado que por primera vez en la historia el presidente del Tribunal Supremo no lo será también del Consejo. Todo por el empeño de unos vocales en funciones que entienden, primero, que tienen legitimidad para nombrar al nuevo presidente del CGPJ y, segundo, porque están dispuestos a hacer lo propio para pervivir en el puesto.

El ya ex presidente del CGPJ y del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, anunciaba su dimisión de todos sus cargos el pasado 9 de octubre. Una decisión esperada por muchos, después de las constantes advertencias y críticas del magistrado ante la falta de renovación del órgano judicial debido a las desavenencias políticas entre el PSOE y el Partido Popular.

Dimisión de Lesmes que, lejos de traer tranquilidad al órgano judicial, parece haber abierto nuevos enfrentamientos. No sólo a nivel político, donde los principales partidos políticos parecen no encontrar una vía de negociación, sino también a nivel judicial. Y es que los vocales en funciones del CGPJ, ahora «descabezados» sin Carlos Lesmes, parecen estar dispuestos a mantener el control sobre las instituciones judiciales, a través de la «figura de paja» de Rafael Mozo Muelas.

LOS VOCALES EN FUNCIONES QUIEREN MANTENER EL CONTROL SOBRE EL CGPJ

«El Presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial es la primera autoridad judicial de la Nación y ostenta la representación del Poder Judicial y del órgano de gobierno del mismo, correspondiéndole el tratamiento y los honores inherentes a tal condición». Así se define oficialmente el papel que hasta ahora ha ostentado Carlos Lesmes, siendo «tradición jurídica» que el presidente del CGPJ lo sea, a su vez, del Tribunal Supremo.

Una situación que los vocales del CGPJ, en funciones desde 2018, parecen estar dispuestos a cambiar de forma unilateral con el nombramiento del nuevo presidente del CGPJ tras la salida de Lesmes. Y es que gran parte de estos vocales esperaban, tras el anuncio del expresidente, que fuese Rafael Mozo Muelas el que «sustituyera» a Carlos Lesmes al frente del órgano judicial del que forman parte.

Dicho y hecho, así se producía este jueves. Un nombramiento que no sólo responde a la «antigüedad» de Rafael Mozo como vocal del Consejo, sino también a los aparentes intereses de los vocales en funciones. Al menos, mientras los partidos políticos tomen una decisión respecto a la renovación del CGPJ, ya que no se espera que estos vocales tomen ejemplo de la decisión de Lesmes y dimitan de sus actuales cargos, convenientemente cómodos.

Parte de los vocales del CGPJ apoyan el ascenso de Rafael Mozo.

Así pues, tal y como ha podido saber este diario, lo cierto es que los actuales vocales en funciones estarían interesados en mantener, no sólo sus cargos, sino también el control de las instituciones judiciales, utilizando a un «hombre de paja» para este propósito. Papel que estaría destinado a Rafael Mozo, progresista, quien se posiciona, según los intereses de los vocales, como el presidente del CGPJ.

Jugada que rompe la tradición jurídica de que el presidente del CGPJ ostente también la presidencia del Tribunal Supremo. Y es que, para salvar el argumento de lógica aplastante de sucesión de un vicepresidente a un presidente, como es el caso de Francisco Marín en sustitución de Carlos Lesmes al frente del Supremo, los vocales parecen estar dispuestos a permitir esta sucesión en el Alto Tribunal. Una «concesión» que «salva» la candidatura de Mozo a la presidencia del CGPJ y, por tanto, los intereses de los vocales en funciones.

LA «TRADICIÓN INSTITUCIONAL» DIVIDE A LOS VOCALES

Unos intereses en mantener el control de las instituciones judiciales a través de la figura de Rafael Mozo que estarían liderados por la doctrina de dos de los vocales conservadores presentes en el CGPJ. Vocales en funciones que estarían dispuestos a «aplaudir» la llegada del progresista Mozo a la presidencia, considerándole un «hombre de paja» con el que mantener el control de la Justicia. Un papel que no parece disgustar al propio Mozo, que no dudaba este jueves en aposentarse en la silla del presidente del Consejo, a pesar de no ostentar el cargo abandonado por Lesmes de forma oficial en el momento.

Una idea que, sin embargo, parece no ser unánime dentro del grupo de los vocales del Consejo General del Poder Judicial. Y es que un par de vocales parecen estar dispuestos a mantener el «sentido institucional» de Carlos Lesmes, rechazando la división de la presidencia del CGPJ y del Tribunal Supremo.

Así pues, a pesar que la mayoría de los vocales ha apostado por apoyar la doctrina de los dos conservadores, lo cierto es que un par de los miembros del Consejo parecen estar dispuestos a mantener la «tradición», permitiendo al «sustituto natural» de Carlos Lesmes, Francisco Marín, alcanzar la presidencia de ambas instituciones judiciales.

Presidencia de Tribunal Supremo y CGPJ que, tras la dimisión de Carlos Lesmes, parece estar abocada a convertirse en una nueva polémica. Y es que no sólo la renovación del órgano judicial parece complicar las relaciones entre PP y PSOE, sino también entre las propias instituciones. Relaciones marcadas por las pretensiones de los vocales en funciones, dispuestos a romper la «tradición» judicial para defender sus intereses a través de la figura de Rafael Mozo, que parece sentirse lo suficientemente a gusto con esta situación, como para sentarse en el «trono» de Carlos Lesmes, a pesar de no ostentar su cargo.