En España se hacen los locos con las «dos embajadas» de Venezuela

Todo el desastre político que hay en Venezuela, donde hay un supuesto presidente y un dictador en funciones, tiene a las autoridades españolas navegando en aguas confusas donde, por una parte no reconocen a Nicolás Maduro como el presidente del país, pero sí fueron uno de los 52 países que aceptaron al ex diputado Juan Guaidó como presidente interino.

La consecuencia de este limbo político derivó en que en el mismo territorio español haya «dos embajadas» de Venezuela, sin que ninguna autoridad española haya querido dar explicaciones sobre la situación, pero lo cierto es que en Twitter hay dos cuentas que se identifican como la Embajada de Venezuela en España.

En Moncloa.con intentamos obtener una versión oficial por parte del Ministerio de Asuntos Exteriores, para saber por qué hay «dos embajadores», pero tras varios días de espera, nadie ha querido mojarse y la única respuesta oficial ha sido el silencio.

Por una parte está el embajador Antonio Ecarri, que fue designado por Guaidó como representante diplomático en España y que a pesar no tener en su poder ninguna credencial que lo acredite como tal, ha servido de interlocutor ante las autoridades españolas frente algunos temas relacionados con la diáspora venezolana que hace vida en el país.

Pese a que España no reconoce a Maduro como autoridad en el país caribeño, sí reconocen a sus instituciones y por lo tanto reconocen a todos los miembros de las delegaciones consulares que están por todo el país.

Sin embargo, también reconocen como un interlocutor a Mauricio Rodríguez, quien en su cuenta de Twitter se identifica como el Jefe de la Misión de la embajada de Venezuela en España, que según informan desde la embajada de Guaidó es el representante de negocios. Hace algunos días se dijo que había sido relevado en el cargo por Coromoto Godoy Calderón, quien había sido embajadora de Venezuela en Trinidad y Tobago, pero esta información no ha sido confirmada por ninguna autoridad venezolana.

Para los efectos operativos, fuentes extraoficiales del Ministerio de Asuntos Exteriores aseguran que la situación es compleja, pues hay temas más operativos que se tienen que tratar con algún representante del régimen de Nicolás Maduro, pues pese a que él no es reconocido como presidente, sus instituciones sí son aceptadas por el Reino de España.

Embajador chavista Moncloa

España lleva ya un buen rato coqueteando con la idea de reconocer la autoridad de Nicolás Maduro y de hecho, hace unas pocas semanas fue duramente criticada la reunión que sostuvo el ministro José Manuel Albares con su homólogo Venezolano Carlos Faría, en el marco de la 77º sesión de la Organización de Naciones Unidas. Reunión que se efectuó momentos después de que el organismo reconociera al régimen de Nicolás Maduro como un régimen violador de derechos humanos.

En esa misma dirección llegaron las declaraciones de Juan Guaidó, quien aprovechó una entrevista que le hicieron en el Periódico de España para pedir al Gobierno de Pedro que reconozca a Nicolás Maduro como un dictador y aprovechó el espacio para pedir que los apoyen con la intención de que se logren realizar unas elecciones presidenciales en Venezuela de manera transparente.

Desde el Gobierno español coquetean con la dictadura de Nicolás Maduro, pero el dictador no le perdona a Pedro Sánchez el hecho de que España haya sido uno de los países que reconoció a Juan Guaidó como presidente interino del país suramericano. Tampoco le personan que hayan recibido en el país a líderes de la oposición que ahora se encuentran en el exilio, como Leopoldo López y como el ex alcalde de Caracas, Antonio Ledezma quienes ahora viven en la capital española.

Para España, Venezuela sería en este momento una alternativa para paliar la crisis energética generada a consecuencia de la invasión rusa a Ucrania, que mantiene en tensión a toda Europa, ante la posibilidad de que Rusia corte el suministro de gas; pues el país caribeño podría llegar a convertirse en el proveedor de petróleo y gas que necesitan para evitar la dependencia de Rusia.

Sin embargo, el régimen venezolano quiere ser recibido de vuelta por las autoridades de la Unión Europea y saben muy bien que España es la vía de entrada para que esto suceda, pero primero deberían ser levantadas las sanciones impuestas por los países que integran el organismo regional contra algunos de los funcionarios allegados a Nicolás Maduro.

El régimen venezolano ha intentado hacer creer ante el mundo entero que estas sanciones unipersonales son las responsables de la crisis económica que atraviesa el país suramericano desde hace años. Al final, toda la situación diplomática con Venezuela es muy confusa, pero no hay ninguna autoridad española que quiera hacer referencia a ello, porque en principio la posición de la Unión Europea es una sola; de hecho, sobre las declaraciones de Juan Guaidó y su petición de reconocer a Nicolás Maduro como un dictador, hasta este momento, nadie se ha atrevido a decir ni una sola palabra.