viernes, 8 agosto 2025

Marruecos sigue adelante con la compra de un patrullero a Navantia

El Gobierno de Marruecos sigue adelante con la compra de un patrullero de altura a la empresa naval española Navantia, como confirma el acuerdo entre éste y un banco español para financiar el proyecto por un importe de 95 millones de euros.

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El Boletín Oficial de Marruecos publicaba el pasado 11 de octubre el decreto firmado por el presidente del Gobierno del país magrebí, Aziz Ajanuch, con el que se da luz verde al acuerdo previamente firmado entre  Rabat y el Banco Santander para financiar el contrato de construcción del buque.

En concreto el político norteafricano «acepta el contrato de crédito de 95.000.000,00 euros, adjunto a este decreto, firmado el 31 de agosto de 2022 entre Marruecos y el banco Santander para financiar el acuerdo comercial entre la Administración de Defensa Nacional y la sociedad Navantia«, se lee en el Boletín Oficial marroquí fechado el 6 de octubre, pero que no se publicó en la web de la  Secretaría General del Gobierno hasta el pasado día 11.

En enero de 2021 la ministra española de Hacienda y Función Pública María Jesús Montero anunció, durante una visita a los astilleros de Navantia de San Fernando (Cádiz), que se había cerrado dicho contrato para construir un patrullero de altura para la Real Marina de Marruecos.

También concretó que la construcción se llevaría a cabo en dicha planta de construcción naval, donde actualmente se están finalizando los trabajos de construcción de 5 corbetas para Arabia Saudita. Además se detalló que los trabajos supondrían un millón de horas de trabajo para las plantas de Navantia de la bahía de Cádiz, lo que supondrá mantener 250 empleos durante tres años y medio.

En abril de aquel año se comunicó que el  Ministerio de Defensa de Marruecos había entregado las especificaciones concretas de cómo debería ser dicho patrullero de altura u Offshore Patrol Vessel (OPV), al que otros países con alta capacidad de construcción naval ofertaron sus diseños para hacerse con el contrato. Navantia habría presentado su oferta en el verano de 2020, además de enviar sus ingenieros a Marruecos para concretar los detalles técnicos, aunque esas fases previas se hicieron en el más absoluto secreto, que suele exigir Marruecos a sus proveedores de material de defensa.

Tras el anuncio de la ministra, en el marco de un clima de unas frías relaciones entre Madrid y Rabat, a finales del año pasado desde Navantia se filtró a la prensa especializada que el proyecto seguía adelante, y que a nivel técnico los contactos habían sido constantes, cara al cumplimiento de la hoja de ruta fijada y adaptar el diseño a los requisitos exigidos por la Real Marina de Marruecos. Ahora tras la inexplicable cesión de Pedro Sánchez acerca de la histórica postura de España hacia su antigua provincia del Sahara Occidental, se oficializa la luz verde al encargo

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También trascendió que el OPV sería similar a los cuatro Buques de Vigilancia del Litoral (BVL) de la clase Guaicamacuto, que fueron  diseñados y 3 construidos por Navantia para la Armada Bolivariana de Venezuela, y entregados entre 2010 y 2011. El último de la clase, que tiene el curioso nombre de “Comandante eterno Hugo Chávez”, por requisitos del Gobierno de Caracas se construyó en el país caribeño, aunque no entró en servicio hasta 2020, tras casi 12 años de construcción, pero esa es otra historia.

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El BVL «Naiguatá» del tipo Avante 1400. (Foto Luis García Jurado)

De confirmarse que el futuro navío de la Real  Marina de Marruecos será similar a los BVL, se partiría del diseño de patrulleros denominado por la naval española como Avante 1400. La familia Avante es uno de los productos de más éxito de Navantia, ya que ofrece un catálogo de OPV que van desde navíos de entre solo 300 y un máximo de 3.000 toneladas de desplazamiento, adaptados a todo tipo de misiones que van desde los de patrulla de altura, hidrográficos, guardacostas, o corbetas como las solicitadas por Arabia Saudita.

La Real Marina de Marruecos hace décadas que no encarga ningún navío a los astilleros españoles, y nos tendríamos que remontar a la década de los años setenta del pasado siglo para encontrar precedentes.  En 1978 el Gobierno de Marruecos encargó a la entonces Empresa Nacional Bazán (ENB) (hoy Navantia) una corbeta de la clase Descubierta, como las que utiliza la Armada española. Dicho contrato se materializó en la planta de dicha empresa de Ferrol (La Coruña) entre 1979 y 1982, siendo entregada en marzo de 1983 a su Real Marina, siendo bautizada con el nombre de “Teniente Coronel Errahmani” (F-501).

También a finales de los años setenta Marruecos encargó a la ENB cuatro patrulleros lanzamisiles (de unas 400 toneladas de desplazamiento) de la clase Lazaga, que fueron entregados entre 1981/1982, y que no estarían ya en servicio.

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