Una activista del Ministerio de Igualdad vende cojines con forma de vulva para promover el feminismo

¿Le apetecería tener en el sofá del salón un cojín con forma de vulva? Pues no tiene más que pasearse por el mercadillo del Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid, donde podrá encontrar un puesto de la terapeuta Diana Rubio, activista del feminismo que tanto promueve el Ministerio de Igualdad, dirigido por Irene Montero, que se ha inventado una venta de cojines a los que ha llamado coñojín, que no es más que un almohadón, con lo que según la «experta» tiene una forma de vulva.

El puesto donde se venden estos cojines está en el mercadillo del ayuntamiento donde gobiernan en conjunto Izquierda Unida, el Partido Socialista Obrero Español, Más Madrid y Podemos, es decir, todos los partidos de izquierda juntos, promoviendo el cacareado feminismo que se han encargado de utilizar como bandera de propaganda durante los últimos años.

Esta pieza, que dentro de la página web de la terapeuta está identificada como una pieza de artesanía íntima, tiene un precio de 45 euros y según las imágenes, se pueden conseguir en diferentes colores, todos con algo de la gama de los lilas, morados y violetas, típicos de los movimientos feministas impulsados por los socialistas de Podemos.

Según la información de la página web de la activista feminista encargada de la confección y comercialización de los coñojines, la idea es darle visibilidad a la vulva, que de acuerdo con lo que considera la creadora, ha sido invisibilizada por el «patriarcado» masculino.

Los coñojines se hicieron populares en un festival llamado Coñumor, organizado y promovido por el ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid, el que está gobernado por lo partidos de izquierda españoles, que han sido lo que se han encargado de popularizar a los movimientos feministas más radicales.

Las piezas están confeccionadas todas de manera artesanal y con estilos diferentes, pues tal y como lo dice su creadora, cada vulva es un mundo y ninguna se parece a otra, por lo que sus formas son totalmente distintas unas de otras.

Como es bien conocido por todos, estas y otras iniciativas llevan detrás el sello de Unidas Podemos y de su titular, Irene Montero, quien se ha encargado de promover el feminismo más radical desde que llegó al cargo, tras ser activista del partido morado.

Pero este no es el único organismo del Ejecutivo que dirige Pedro Sánchez que se ha encargado de visibilizar el feminismo, pues la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), hace poco se invento un taller de cerámica para hacer esculturas en forma de vulvas, pero ni siquiera en España, sino en Honduras.

Este taller ocasionó cierto revuelo entre los partidos opositores al Ejecutivo de Pedro Sánchez, que criticaron el hecho de que se gaste el presupuesto del Estado en este tipo de actividades que se justifican bajo la premisa de la necesidad de darle visibilidad al feminismo, cuando consideran que hay muchos otros aspectos que deberían ser considerados y en los que se debería invertir mejor el gasto público.

Sí usted tiene interés por conseguir una de estas piezas para tenerla en el sofá de su casa, solo tiene que acceder a la página web de la terapeuta y activista del feminismo Diana Rubio y llenar un formulario para que le envíen la información sobre el producto y su costo.

«La idea del Coñojín surge de un proceso creativo relacionado con la visibilización de la vulva, esta parte de nuestro cuerpo que desde nuestra infancia ha sido invisibilizada, como una parte que no se debe tocar, nombrar, ni mirar. De hecho, es muy frecuente que exista confusión a la hora de nombrar a la vulva, confundiéndose con frecuencia con la vagina (la vulva es la parte externa y la vagina la parte interna)», dice la creadora del producto en su página web.

De acuerdo con el portal donde lo venden, el primer coñojín fue una regalo de cumpleaños de la creadora para su amiga Nuria y señala que disfrutó «enormemente» haciéndolo, por lo que a partir de allí se dedicó a seguir investigando con telas, texturas y diseños diferentes que ahora están plasmados en cada una de las piezas.

Al final, esto es solo una estrategia más de la activista y feminista para ganarse la simpatía y la influencia que tiene el Ministerio de Igualdad y su cabeza, la ministra Irene Montero dentro del Ejecutivo dirigido por Pedro Sánchez, pues saben que tras el final de esta legislatura, posiblemente se acabarán los privilegios que han obtenido durante este Gobierno de corte «socialista», que seguramente no verá la luz tras las elecciones autonómicas y municipales de mayo del próximo año, ni las elecciones generales que se realizarán al final del 2023.