sábado, 17 mayo 2025

Es posible conseguir una hipoteca 90 de financiación para funcionarios y no funcionarios

Conseguir una hipoteca 90 es, actualmente, no sencillo, pero sí posible. Supone un alto riesgo para las entidades bancarias, que suelen financiar unos máximos del 80 % del precio de las viviendas, pero hay casos en los que, si cumplimos una serie de requisitos relacionados con nuestro nivel de solvencia o futuro laboral, optaremos a que los bancos negocien los máximos porcentajes. En este post, te hablamos de cómo hacerlo posible.

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La hipoteca 90 y sus requisitos de acceso

Una hipoteca 90 implica que el porcentaje que el banco está dispuesto a financiar se sitúa en el 90 % del valor total del inmueble. Por el riesgo que supone, son pocos los bancos que están dispuestos a ofrecer esta opción y, cuando lo hacen, exigen el cumplimiento de una serie de requisitos bastante rígidos. Aunque dependen de cada entidad, a nivel general, a los clientes suele requerirse:

  • Un nivel de deuda cero o muy bajo.
  • Unos parámetros de edad que encaje con el producto ofertado (por ejemplo, hay bancos que solo lo ofrecen a menores de 35 años).
  • Una edad adecuada a los plazos de amortización.
  • Poco bagaje en peticiones de préstamos o créditos en general.
  • Estabilidad laboral y alto nivel de ingresos asociados.

Además, tienen en cuenta la garantía mediante avales, una relación continua entre el banco y el solicitante y una solvencia que se demuestre con un perfil «de excelencia». Este perfil es únicamente decidido por la entidad bancaria y toma como referencia poseer un trabajo con contrato indefinido y una antigüedad mínima de un año, que implica la posibilidad de aprobación de casi la totalidad de las solicitudes. Incluso si se pide la hipoteca 90 en pareja, en la que ambos miembros tienen trabajo con las mismas características de perdurabilidad y solvencia, el éxito de concesión es más que probable.

Las especialidades de los funcionarios

Si por garantía de estabilidad se trata, la confianza que deriva del puesto de un funcionario (de carrera, no uno interino) es, cuanto menos, mucho menos arriesgada que la de cualquier particular: los funcionarios son clientes cuyo trabajo asegurado implica un sueldo estable, que permite al banco ofrecer condiciones más ventajosas, intereses más bajos, mayores porcentajes de financiación e incluso menos comisiones. Incluso hay entidades que han diseñado productos exclusivos para funcionarios, como las Hipotecas VIVE y las del Convenio MUFACE, aunque no hace falta que se solicite una hipoteca específica para funcionarios ostentando tal profesión.

El funcionario se convierte, así, en el cliente perfecto para las entidades a la hora de contratar una hipoteca 90, por el mínimo riesgo que les confiere la garantía de los ingresos regulares y estables.

En el caso de los funcionarios interinos o los trabajadores temporales, no pueden acceder a una hipoteca funcionarios por las propias características intrínsecas de estos contratos, que se salen de la normativa aplicable a las dispuestas para los de carrera y, por ende, no les son aplicables los productos ni medidas que se puedan tomar en relación con ellos. No obstante, pueden solicitar la hipoteca convencional, bajo los requisitos de solvencia económica que se exigen a cualquier cliente y sin ventajas adicionales.

Ya ves que la hipoteca 90, aunque difícil de conseguir, es una oportunidad de todos que las entidades bancarias, tras estudiar nuestra solvencia y medir nuestro caso, ponen a nuestra disposición. Asesórate y no esperes más a solicitar la tuya.

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