Hay momentos de platos de cuchara, de guisos… pero también de recetas que igual pueden ser entrantes, que una merienda contundente y deliciosa o incluso un postre salado. Es una de esas recetas tradicionales de nuestra gastronomía, aunque su origen es gallego, como tantas otras maravillas norteñas: fabada asturiana, pulpo a la gallega, marmitako vasco… Pero centrémonos en hacer la mejor empanada gallega casera con el ingrediente sin el cual no sería una de verdad.
6ES EL TURNO DE LA MASA

A continuación, cogemos un bol y añadimos la harina, desmenuzamos la levadura hasta hacerla migas y sin disolver en agua, y echamos en el lado contrario la sal. Añadimos 200 gramos del aceite del sofrito frío más ¾ partes del agua a temperatura ambiente. Mezclamos con un cucharón para juntar los ingredientes y hacer la masa, rectificando con agua si es menester.
Y toca ya ejercitarse: volcamos en la encimera algo de harina y amasamos con las manos durante 10-15 minutos. La textura debe de quedar como para hacer una pizza o pan. Formamos una bola y la ponemos en un bol enharinado, tapando con un paño en un lugar templado durante una hora. Tiene que doblar su volumen.