Qué debe de llevar una empanada gallega casera perfecta

Hay momentos de platos de cuchara, de guisos… pero también de recetas que igual pueden ser entrantes, que una merienda contundente y deliciosa o incluso un postre salado. Es una de esas recetas tradicionales de nuestra gastronomía, aunque su origen es gallego, como tantas otras maravillas norteñas: fabada asturiana, pulpo a la gallega, marmitako vasco… Pero centrémonos en hacer la mejor empanada gallega casera con el ingrediente sin el cual no sería una de verdad.

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EL IMPRESCINDIBLE HORNO PARA LA EMPANADA GALLEGA CASERA

Son las fases finales sin la cual no sería una empanada gallega casera y de diez, como en este caso. Precalentamos el horno a 180 grados con calor arriba y abajo. No olvides antes de meter la masa, volver a la encimera y apretarla un poco para librarte de los gases. Divides la masa en dos partes y las boleas de nuevo, reposando otros 5 minutos. Por último las estiramos en dos círculos, uno algo más grande que el otro, y ponemos una de las partes encima de una bandeja de horno con papel sulfurizado.