Puede que no haya en la gastronomía un alimento más versátil que el pollo, que gusta a todo el mundo y que además se presta a multitud de preparaciones culinarias o recetas. Otra de las cosas positivas es que la carne de pollo no tiene apenas grasa, así que está permitido en la mayor parte de las dietas o programas para adelgazar. De hecho, la receta de alitas de pollo que traemos hoy, puede parecer a priori que si engorda pues normalmente las alitas se fríen en aceite o se preparan con alguna salsa que sí tiene muchas calorías. Esto se puede salvar, como verás en nuestra receta, preparándolas en el horno. Nosotros las vamos a preparar con patatas, pero puedes acompañar las alitas de la guarnición que más te guste o mejor vaya con tus necesidades gastronómicas.
1Las ventajas del pollo
Ya hemos dicho que el pollo es un alimento versátil, que podemos prepararlo en guisos, paellas o ensaladas, pero también suele estar estupendo cuando es el protagonista absoluto de una receta en solitario. Está bueno a la parrilla, al horno, con salsa, sin salsa… Siempre es delicioso. Además, es un alimento económico y con grandes valores nutricionales: es una carne magra, que apenas tiene grasa – y la que tiene está muy localizada así que la podemos obviar – pero además tiene proteínas y aminoácidos en abundancia, vitaminas (la A, la B6, la B12 etc) y minerales como el hierro, el zinc, el magnesio, el potasio o el fósforo. Además es de fácil digestión. Seguro que después de esto te hemos convencido y te vas a animar a preparar nuestra fantástica receta de alitas de pollo con patatas.