Un soldado del Ejército de Tierra condenado a un año de prisión por colocar una cámara el vestuario femenino

El Tribunal Militar Territorial ha decidido condenar a un soldado del Ejército de Tierra a una pena de un año de prisión y una multa por una extensión de doce meses con una cuota diaria de cuatro euros por tres delitos contra la intimidad, por haber situado una videocámara envuelta en una cinta aislante en el baño, con el objetivo de obtener imágenes de las integrantes de las Fuerzas Armadas mientras se duchaban y aseaban. Algo que el propio condenado reconoció durante su declaración, quien también afirmó que había situado una segunda cámara en otra zona de duchas.

Los hechos se remontan a julio de 2016, según detalla la sentencia a la que ha tenido acceso MONCLOA.com, cuando una soldado estaba realizando laborales de mantenimiento y limpieza en el vestuario femenino de tropa y se encontró en la zonza de las duchas una videocámara envuelta en cinta aislante y con un velero adherido. La militar que encontró en dispositivo rápidamente comunicó a sus superiores el hallazgo y procedió a su entrega a los mandos correspondientes. Tras ello, la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de Zaragoza procedió al volcado y posterior análisis de los archivos que contenía el dispositivo de grabación con el fin de analizar los documentos que el condenado había recopilad. Así, el informe efectuado al respecto concluyó que el soldado del Ejército de Tierra era el responsable de la manipulación e instalación del dispositivos electrónico en la zona de las dichas e incluso aparecía en alguna de las imágenes volcadas.

Asimismo, el condenado prestó declaración judicial, donde reconoció los hechos de los que se le acusaban, es decir, por haber instalado una cámara de videograbación en las instalaciones del Edificio 402 de la zona B de la Base San Jorge con la intención de obtener imágenes de las integrantes de las Fuerzas Armadas moradoras de la referida instalación, mientras se duchaban y aseaban. Y no solo eso, sino que también reconoció que antes de eso había instalado la misma videocámara en otra zona de dichas de un alojamiento femenino de tropa con la misma intención. Una vez finalizada la declaración, procedieron a realizar la entrada y registro en el alojamiento del soldado condenado en el Batallón de Zapadores para recoger los libros papeles, equipos informáticos, terminales móviles y resto de instrumentos o efectos que pudieran guardar relación con los hechos objetivo de la investigación.

EL CONDENADO GRABÓ A TRES DE SUS COMPAÑERAS CUANDO SE ENCONTRABAN EN LOS BAÑOS DE LA BASE MILITAR

Durante el registro se intervino un ordenador portátil que poseía el acusado y un teléfono móvil, lo cuales fueron entregados de forma voluntaria. Los investigadores llevaron a cabo el volcado del material informático intervenido y, en el caso de disco duro del portátil, encontraron multiplicidad de archivos gráficos, siendo relevantes tres de ellos. En el primero, constan cuatro archivos de videos y en tres de ellos aparece la zona de las duchas de una instalación militar en la que el soldado del Ejército del Aire situó una videocámara oculta de manera que pudiera grabar a las personas que allí se duchasen. En estas reproducciones captó a una soldado del Ejército que posteriormente fue identificada. En cuarto video de esta carpeta, fue grabado de forma manual por el acusado aprovechando una rendija de una persiana y en el aparece una mujer desnuda que se está vistiendo dentro de una instalación militar. La soldado también fue identificada posteriormente.

Entre los documentos, también se encontró una carpeta denominada «Alicia» en la que el acusado guardaba el contenido del teléfono móvil de una soldado que fue identificada con dicho nombre, sin autorización de la propietaria del dispositivo. En el archivo había un total de 3110 imágenes y video personales de la militar, lo que implica que el acusado se apropió del teléfono de una compañera dentro de las instalaciones militares que ambos compartían. Por último, en la carpeta ‘Videos’, se encontró un archivo denominado «mi película mp4» donde aparece registrada una escena en la que se puede observar a dos mujeres que se están secando después de haberse dado una ducha y que se están vistiendo con el uniforme del Ejército Español. Unas imágenes que con posterioridad se constató que fueron obtenidas en la Misión Internacional del Líbano.

Posteriormente, también se acordó la entrada y registro en el domicilio del acusado en la ciudad autónoma de Ceuta, en el que se intervinieron tres teléfonos móviles, una cámara de video, un disco mini dvd, un pendrive de 16 Gb, un disco duro externo de 1 Tb, una videoconsola XBOX con su disco duro, así como una videocámara PlayStation con su correspondiente disco duro de 1 TB. Estos dispositivos fueron analizados por expertos, los cuales encontraron «una ingente cantidad de imágenes», según detalla la sentencia. Sin embargo, estas fueron desestimadas dado que no correspondían a las fechas investigadas.

Así, con todas estas pruebas sobre la mesa el Tribunal Militar dictó la sentencia contra el acusado por tales hechos y decidieron condenarle a una pena de un año de prisión y una multa de cuatro euros diarios durante doce meses por cada uno de los tres delitos cometidos. Además, también fue condenado al abono, en concepto de responsabilidad civil, con la cantidad de 3.000 euros a cada una de las tres perjudicadas, que son las tres soldado que aparecen en los vídeos que el militar del Ejército de Tierra condenado había grabado.