La pasta es uno de los platos que más gusta a todo el mundo, niños y adultos. Nadie puede resistirse a un buen plato de casi cualquier tipo de pasta, así que es una apuesta segura, tanto para comer en casa como cuando salimos a tomar algo fuera. Pero hay mucho más, además de los clásicos macarrones, espaguetis o platos de ensalada de pasta. Una de las variaciones que más disfrutamos es la pasta fresca como los raviolis o los tortellinis, pero generalmente solemos comprarla hecha para ahorrar tiempo. Sin embargo, prepararla en casa, es mucho más sencillo de lo que pensamos y el resultado es incomparablemente mejor.
4AMASAR Y REPOSAR

Terminamos de mezclar la masa usando las manos, amasando durante unos 5 minutos hasta conseguir que la masa tenga una textura suave y muy elástica. Una vez lista, hacemos una bola y tapamos con un paño limpio y dejamos que repose durante unos 15 minutos. Transcurrido ese tiempo estiramos la masa con un rodillo, hasta conseguir una lámina muy fina, pero sí que llegue a transparentar ni romperse. Existen accesorios de cocina que se encargan de este proceso y ayudan a conseguir una lámina fina y uniforme para la pasta fresca, pero no es imprescindible y se puede conseguir de forma manual, aunque no quede tan perfecto. Una vez estirada, volvemos a taparla y seamos que repose otros 15 minutos.