Los corn flakes son los cereales de toda la vida, esos que siguen estando presentes en muchas despensas, aguantando como un clásico a pesar de la inabarcable oferta de variedades de cereales que existen en los supermercados. Estos crujientes copos de maíz fueron inventados por los hermanos Kellogg en 1878 que eran médicos en un sanatorio. Se los daban a los enfermos porque eran de fácil digestión y enseguida supieron ver el potencial comercial de este producto. La cosa salió tan bien que en pleno sigo XXI siguen siendo unos cereales muy consumidos en todo el mundo.
3PREPARACIÓN

Empezamos troceando las pechugas en pedazos medianos, tamaño nugget, por ejemplo. En un bol amplio mezclamos la leche, la sal, el jengibre y el pimentón o paprika. Mezclamos bien y colocamos el pollo dentro, procurando que se empape bien. Dejamos que macere como minino 4 horas. Lo ideal es dejarlo toda la noche para que tome más sabor y el marinado quede mucho más rico y sabroso. En el momento de cocinar el pollo, ponemos los corn flakes en una de esas bolsas para congelar con cierre automático y pasamos un rodillo por encima para machacarlos. Lo ideal es que no queden excesivamente finos, porque queremos notar la textura para que quede bien crujiente.