La lengua no capta los sabores como crees

El famoso «mapa gustativo» o «mapa de la lengua», en el que podemos localizar diferentes regiones de la lengua encargadas de registrar distintos sabores no es cierto. La idea de que todos percibimos lo dulce en la punta de la lengua, lo amargo en la posterior, lo ácido a los lados, no es más que un concepto erróneo y tan extendido debido a una mala traducción de las conclusiones de una antigua tesis doctoral alemana. Lo que señalaba la investigación original es que la lengua humana tiene áreas de sensibilidad relativa ante los distintos sabores, no que cada sabor sólo se pudiera detectar en una zona.

En 1974, la científica Virginia Collings investigó el tema de nuevo, confirmando que los diferentes gustos primarios pueden ser detectados a través de todas las regiones de la lengua, siendo la intensidad del sabor detectado, por cada región de la lengua.