El delirio de Macarena Olona por medirse la llevan a pujar por la audiencia de Yolanda Díaz con Évole

Desde que salió de Vox, la abogada Macarena Olona no halla la manera de llamar la atención y cada dos por tres se lanza a las redes sociales a tratar de polemizar, de alguna manera, con comentarios provocativos con los que alborota las redes para mantenerse en la palestra pública. Este fin de semana le dio por querer medirse en «popularidad» con la líder de Sumar, Yolanda Díaz en la audiencia del programa de entrevistas de la Sexta, «Lo de Évole».

Ya desde horas antes de que se transmitiera el programa de entrevista, el pasado domingo 16 de abril, la ex diputada de Vox comenzó a picar a la audiencia de Twitter, pidiendo que no le reventaran el liderazgo de audiencia, haciendo referencia a la entrevista que le hicieron a ella en el mismo programa, en febrero pasado, donde según reporta la ex candidata a la Junta de Andalucía, obtuvo 1.8 millones de espectadores.

Tras la transmisión de la entrevista de la líder de Sumar y todo el ruido ocasionado por la confrontación que hay entre esa nueva formación política y los miembros de Podemos, Olona no perdió tiempo e intentó sacar partido de la movida, señalando que ella seguía como líder y que Yolanda Díaz sólo había obtenido 1.4 millones de espectadores, no sin ante mandar su enhorabuena a los «subcampeones», ironizando con la frase de que lo importante es participar.

Ya han pasado nueve meses desde que la exdiputada anunció su salida de la formación política dirigida por Santiago Abascal, sin que Olona haya superado del todo que el partido verde intentara silenciarla y opacar su liderazgo político, pero a partir de allí, la exdiputada solo ha dado tumbos de un lado a otro, intentando mantenerse en la palestra informativa, sin que sus movimientos políticos hayan dado ningún fruto y la dejaron relegada solo a las redes sociales, donde de vez en cuando alborota el avispero con sus comentarios que van de lado a lado sin tener ninguna trascendencia.

Olona intentó causar revuelo creando expectativas cuando lanzó su ONG para combatir la ideología de género impulsada en España por Podemos y la izquierda, en general, a la cual llamó Igualdad Iberoamericana, que se suponía que iba a funcionar en Panamá, República Dominicana y España, pero de la cual no se ha sabido más nada, porque no tiene ni redes sociales, ni página web y ni siquiera la menciona Macarena Olona en sus redes sociales. En ese momento se pensaba que se iba a tratar de una formación política, pero todo parece indicar que fue un amago de la exdiputada para medir fuerzas contra Vox y que se quedó en el mero lanzamiento, que la llevó unos días de «vacaciones» por el Caribe y la ayudó a reactivar sus «amistades» en Panamá.

Pero los movimientos de Olona no quedaron allí, pues la ex candidata de Vox par la Junta de Andalucía también ha querido dejar claro a todos los españoles que, a la par de su vocación antifeminista, le resultaba mejor regresar a servir como abogada del Estado, publicando una captura de la pantalla de su móvil en la que mostraba el monto de dinero que le habían ingresado a su cuenta por concepto de la nómina, lo que generó también revuelo, debido a los más de 7 mil euros que la exdiputada de Vox percibe como salario, mientras la mayoría de los españoles apenas supera los mil euros para poder sobrevivir, sobre todo en este momento en el que la crisis económica que se inició en el país a consecuencia de la invasión de Rusia a Ucrania, en febrero del año pasado y que a estas alturas el Gobierno de Pedro Sánchez no ha logrado controlar.

Olona ha hecho de las redes sociales si tribuna para hacer política, divagando semana tras semana, emitiendo comentarios polémicos, porque ha sido la única manera de mantenerse en la palestra pública, pues parece que se resiste a pasar a la historia, sin ni siquiera haber dicho toda la verdad sobre los motivos de su salida de Vox y simpatizando un día con la izquierda y otra con la derecha, solo por el afán de aparecer en los medios.

No obstante, algo de lo que jamás ha ofrecido mayores detalles la exdiputada de Vox ex las peligrosas relaciones de amistad que mantiene con personajes de la talla de Ricardo Martinelli, expresidente de Panamá, quien está siendo juzgado en su país por su presunta vinculación con un caso de corrupción que involucra a la constructora brasileña Odebrecht.