Sánchez colocará en el Congreso a Óscar López y Antonio Hernando para abortar (otra vez) las pretensiones de Eduardo Madina

Los socialistas Antonio Hernando, asesor del líder socialista, y Óscar López, jefe de gabinete del presidente del Gobierno, vuelven a la política por la puerta grande. El primero va de número uno en las listas por Almería. El segundo, de número siete por Madrid. Ambos serán diputados con total seguridad, pero su función en el PSOE va más allá, según fuentes del partido, que del mero hecho de volver a la política o de tener más protagonismo en esta nueva etapa. El PSOE se la juega, pero sobretodo Pedro Sánchez, una figura muy tocada después de la legislatura. Ya hay quien está afilando los cuchillos para concurrir a unas primarias y hacerse con el liderazgo del partido, especialmente Eduardo Madina. Y Óscar López y Antonio Hernando no tienen precisamente una buena relación con este socialista con aspiraciones.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tiene claro que su futuro no está en España, sino en Europa. El problema es que no las tiene todas consigo en los sondeos y es probable que Alberto Núñez Feijoo sume con Vox la mayoría suficiente como para echar al líder socialista de la Moncloa. La llegada de Óscar López y Antonio Hernando, ambos muy cercanos al presidente, al Congreso ha recordado a los viejos socialistas cómo maniobraron en 2014 para frenar a Eduardo Madina. El pasado que une a estos políticos no es precisamente amable entre ellos. Todo se englobó en un contexto de primarias en el que Eduardo Madina quería ser el líder del PSOE. Pero ahora, Pedro Sánchez ha vuelto a tirar de los viejos confiables para que consigan lo mismo que consiguieron a nivel interno para abortar la llegada de un Eduardo Madina que tiene claro que quiere volver a la primera línea de la política por la puerta grande.

Óscar López Antonio Hernando

Entonces, en 2014, el entorno del aspirante a secretario general del PSOE denunció presiones por parte de pesos pesados del socialismo (entre los que estaban Antonio Hernando, asesor del líder socialista, y Óscar López, ahora jefe de gabinete del presidente del Gobierno) para condicionar el voto de los militantes. Que Sánchez les haya dado una segunda vida política en un contexto en el que Eduardo Madina quiere volver ha sido interpretado a nivel interno como una forma de frenar la llegada del socialista vasco. El PSOE puede sufrir una implosión en cuanto a su liderazgo, pero Sánchez está convencido de que podrá teledirigir la sucesión y colocar al frente del partido a alguien afín a sus ideas. Total, el presidente está convencido de que debe dar el salto a la UE. Pero dejar el PSOE en manos de alguien a quien no tiene en buena estima no es algo que le convenga.

ANTONIO HERNANDO Y ÓSCAR LÓPEZ, AL ACECHO

Eduardo Madina no está siendo especialmente discreto en sus contactos. Pero Pedro Sánchez ha abortado la situación al colocar en el Congreso a una buena cantidad de diputados fieles a él que no recibirán de buena gana las pretensiones de Madina de llegar a la secretaría general. Sin embargo, estas mismas fuentes aseguran que, si lo consigue, no tendrá problemas en integrarse con los parlamentarios. La clave está en, desde dentro, condicionar los votos de los militantes y condicionar los movimientos políticos y los contactos que pueda hacer Madina. En esto, Óscar López y Antonio Hernando ya tienen experiencia, tal y como cuentan fuentes implicadas en lo que ocurrió en 2014 cuando Madina intentó hacerse con el control del PSOE.

En esto, Óscar López y Antonio Hernando ya tienen experiencia

Lo que hicieron en su momento estos socialistas con el apoyo de exministros del partido incluído fue, según denunciaron desde el entorno de Eduardo Madina, iniciar una campaña de llamadas a altos dirigentes del partido y integrantes de menos peso del PSOE en todo el territorio nacional para intentar restar votos y apoyo a las aspiraciones del candidato Eduardo Madina y sumarlos al entonces parlamentario Pedro Sánchez. El resultado lo conocemos todos. Y la eficacia de esta campaña denunciada por el socialista vasco también.

Que ahora hayan colocado a estos dos asesores en el Congreso (o lo vayan a hacer una vez se celebren las elecciones generales) que se fueron al ostracismo durante un largo periodo de tiempo para luego volver a lo más alto del Gobierno ha sido interpretado como la vuelta de esa «guerra sucia» que minó las aspiraciones de Eduardo Madina. Desde luego, no es un lugar cómodo para el vasco dado que hay muchas sensibilidades hostiles hacia él.