Salvador Illa prepara su asalto a la cúpula del PSOE ante una más que posible derrota de Pedro Sánchez en las próximas elecciones del 23 de julio. Illa es uno de los principales pilares en los que se sustenta en ‘sanchismo’ y el propio PSOE al convertir a Cataluña en un auténtico granero de votos. Illa, siempre fiel a Pedro Sánchez, se muestra como uno de los sustitutos idóneos para liderar el PSOE si finalmente la formación política es desalojada de La Moncloa.
Desde el PSC no hay ahora más horizonte que revertir la fotografía de las encuestas. «Estamos dando todo para dar batalla y frenar a la pinza de PP y Vox», aseguran. Otros socialistas han mostrado su sorpresa al ser preguntados por esta cuestión. «Me sorprendería que Salvador (Illa) diera el salto a Madrid», han indicado. «Sería hacer un Arrimadas en toda regla, más con el posible adelanto electoral en Cataluña, aunque eso dependerá de las corrientes internas de ERC», han señalado.
Y es que, Salvador Illa es el gran hombre en el que Sánchez ha confiando parte de su estrategia política para fijar el rumbo de cara a las elecciones del pasado 28 de mayo. El líder del PSC y el ministro de Sanidad durante la parte más dura de la pandemia es el único de los principales barones socialistas que se ha entrevistado con Pedro Sánchez de cara a los comicios de este 23 de julio, cuando en un principio sólo iban a acudir los ministros del PSOE a estas entrevistas.
Con el también filósofo y exfumador, Sánchez ha repasado el peor momento de su Gobierno de coalición, especialmente por la falta de material en España, sin respiradores ni mascarillas, con dos estados de alarma inconstitucionales y un sinfín de medidas tumbadas después por los tribunales. También quedan en ese recuerdo las incontables víctimas en residencias y centros hospitalarios, con morgues improvisadas, como el Palacio de Hielo en Madrid.
Illa dejará que se queme Sánchez antes de ir a la hoguera con él
Un caos del que se tienen aún demasiados malos recuerdos, más cuando Salvador Illa dejó el Ministerio para ir como cabeza de lista del PSC en las elecciones de febrero de 2021 en Cataluña, de las que salió como la fuerza más votada, pero sin fuerza para poder gobernar.
SALVADOR ILLA, EL FILÓSOFO MÁS AFÍN A SÁNCHEZ
A raíz de estos hechos junto con la potente carga ideológica de numerosas medidas del Gobierno de Pedro Sánchez se creó una ola «antisanchista» que crece cada vez con más fuerza. «No es un voto favorable al PP, sino un castigo al PSOE», afirman fuentes bien informadas sobre el descenso sin paliativos de los socialistas de fuera de Cataluña. En esta comunidad autónoma, sin embargo, Illa no se ha visto afectado, aunque la participación es muy inferior. «Los socialistas y especialmente los de Ciudadanos se han quedado en casa. Nadie fagocita íntegramente su voto», puntualizan.
Con una confrontación constante y un PSOE más próximo a la extrema izquierda que al centro, la radicalidad en la derecha gana enteros y por ahora es la fuerza que obtendría la victoria en las próximas generales.
Illa juega al ratón y al gato, «se esconde y esconde muy bien sus cartas», indican las mismas fuentes consultadas. Controla al PSC como lo hace también con su cuota de poder dentro del Gobierno de coalición, moviendo sus propias fichas y figuras relevantes cuando más conviene, como ha pasado en varias empresas públicas pilotadas por los socialistas catalanes. Eso sí, mantiene su fortaleza también en el Consejo de Ministros, sin que sus propuestas hayan sido cuestionadas.
SALVADOR ILLA NO COMBATIRÁ CON LA CORRIENTE ANDALUZA, PERO SERÍA EL CANDIDATO PERFECTO
«Illa dejará que se queme Sánchez antes de ir a la hoguera con él», vaticinan las mismas fuentes. Y es que, tras ese tono anormalmente sosegado, pero firme, el líder del PSC tiene razones de peso para dar el paso y dirigir Ferraz. Por primera vez, un catalán llevaría las riendas del PSOE, alejándose definitivamente de Andalucía, donde el PSOE de Juan Espadas no levanta cabeza con una colección de derrotas indiscutibles.
«Illa ha convertido a Cataluña en un auténtico granero de votos, mientras el PSOE pierde fuerza en el resto de los territorios», indican. Conocedor de la situación, el ahora cabeza de lista para el Parlament y jefe de la oposición en Cataluña conoce perfectamente las grandes diferencias que separan a los socialistas catalanes con el resto de España.
En este sentido, el PSC realiza la oposición en Cataluña mediante un «Gobierno Alternativo», una opción que contrapone sus medidas a las aprobadas, con su cabeza visible y su portavoz como si de una vicepresidenta se tratara. Asimismo, el PSC ha fortalecido su red clientelar, con medios afines y estructuras con una base muy sólida, sin discusiones de cara a la opinión pública con sus socios de Gobierno.
Con este perfil, el resto de barones, con la excepción de Emiliano García-Page, tendría que tomar nota. No sólo vale controlar la televisión pública de turno o el Boletín Oficial de Andalucía o Valencia. La construcción de una red más propia de un Gobierno autonómico que de un partido se basa en ponerse de perfil en los temas espinosos y tomar la iniciativa en los más vistosos, como montar un «cordón sanitario -antidemocrático-» a la derecha en todos los ámbitos e instituciones posible.
LA ESTRATEGIA DE ILLA: ATENAZAR AL PP
Illa, además, trata de concienciar a los suyos de que la victoria en Cataluña es extrapolable al resto de España. «Tan sólo hay que atenazar al PP, combatirle, hacerle una oposición responsable y cumplir con el programa cuando se presenta la ocasión», señalan. En esta Comunidad Autónoma se hizo desde el inicio, con un pacto entre todas las fuerzas para expulsar al PP de los gobiernos municipales, incluso si había que pactar con la CUP, como se hizo en Badalona. No obstante, llevar esta misma estrategia a Madrid, Valencia o Andalucía sería un error de bulto. «Es prácticamente imposible dada la situación actual», aseguran desde el PSOE.
La formación socialista en Cataluña deja claro que Illa es un candidato perfecto para poder sustituir a Sánchez, más con la sintonía y respeto mutuo que se han profesado durante estos cuatro años. No obstante, también señalan que «Illa no podría hacer un Arrimadas». «Nos jugamos mucho en las próximas autonómicas, que podrían convocarse más temprano que tarde», concluyen.
