El estrés es un fenómeno común en la sociedad moderna y puede tener un impacto negativo en nuestra salud física y cognitiva. La respuesta de lucha o huida del organismo está relacionada con cambios físicos en el cerebro debido al estrés. El estrés crónico, causado por preocupaciones laborales, problemas personales y presión social, afecta la memoria, la concentración y provoca esas sensaciones en la que ‘te despistas’, de forma frecuentes.
Sin embargo, existen soluciones para gestionar y reducir el estrés. El ejercicio físico regular, la meditación, el mindfulness y el apoyo social son estrategias efectivas. Además, prácticas de relajación como la meditación, el yoga, la relajación muscular progresiva y la respiración profunda pueden aliviar el estrés.
1Tensiones físicas y mentales: Explorando los efectos del estrés en nuestro cuerpo y mente
El estrés se manifiesta a través de una amplia gama de síntomas físicos que pueden variar en intensidad y cambiar con el tiempo. Desde molestias sutiles pero perturbadoras como dolores de cabeza persistentes y trastornos del sueño, hasta consecuencias más serias como hipertensión arterial y problemas digestivos, los indicadores físicos del estrés son diversos.
Además, la salud mental también se ve afectada por el estrés, convirtiéndose en una víctima susceptible de sufrir daños significativos. En su forma más grave, el estrés puede provocar un deterioro considerable en la capacidad cognitiva, afectando la memoria, el enfoque y el pensamiento claro.
