Preocupación por los peajes en 2024: «Habrá más accidentes y más graves»

Los peajes volverán a las carreteras españolas tras el fin de las concesiones. Este asunto pasó prácticamente inadvertido en el debate, donde el aspirante a La Moncloa, Alberto Núñez Feijóo, mostró un extenso mapa de carreteras marcadas en rojo. Todas ellas eran autopistas y en todas se implantará, según su versión, el pago por uso tras dos años sin barreras en las calzadas.

Desde el Gobierno en funciones han negado la mayor y afirman, como acusa el PP de Feijóo, que no hay ningún acuerdo «oculto» con la Comisión Europea para instalar de nuevo las cabinas para cobrar a los usuarios de las vías. La matización es importante en este caso.

Y es que, el Gobierno en funciones de Pedro Sánchez se ha caracterizado por su falta de transparencia, tanto en el uso del Falcon como en los pactos con Marruecos. Los peajes se impondrán como contraprestación de los fondos Next Generation, que tampoco han servido para relanzar a la industria española debido a los fracasados planes del Ministerio de Industria de Reyes Maroto, sustituida y relegada a la oposición en la Asamblea de Madrid.

El rechazo a pagar por uso o el peaje es mayoritario

Feijóo mostró el gráfico de forma hábil durante los 30 segundos que se abordó el asunto en el cara a cara con menor audiencia de la historia. Para el Ejecutivo, todos los pactos firmados con Bruselas son «transparentes», aunque hay numerosas dudas al respecto.

Feijóo pidió a Pedro Sánchez responder de forma directa y sencilla si impondría el cobro por uso de las autopistas. «No mienta a los españoles», le espetó en el cara a cara. El Gobierno en funciones de Pedro Sánchez impondría los peajes a partir de 2024, una medida impopular tras las constantes subidas de impuestos, precios y tipos de interés que esquilman los ahorros de los españoles.

MÁS ACCIDENTES EN CARRETERAS SECUNDARIAS

La vuelta a los peajes no sólo es una mala noticia para los usuarios de las carreteras, sino que se estima un «incremento de accidentes y más graves», según señalan expertos en seguridad vial.

En las autopistas liberalizadas ha aumentado el tráfico y por tanto también el número de accidentes, pero una vuelta a los peajes llevaría a los usuarios a tomar alternativas más peligrosas, como una carretera nacional, donde un accidente es más grave al no existir medianas de separación en los dos sentidos de la circulación y los adelantamientos, especialmente a camiones, conllevan un mayor riesgo que en una autovía o autopista, con varios carriles para cada sentido.

DGT
Los peajes estarán de vuelta en 2024 por el pacto entre Bruselas y el PSOE de Pedro Sánchez

Esta opción de las carreteras convencionales y secundarias será la escogida para viajar en la mayoría de familias de clase media y baja. De esta forma, las carreteras secundarias volverán a sostener el tráfico y con ello una mayor probabilidad de sufrir un accidente.

RECHAZO ABSOLUTO A LOS PEAJES POR EL PELIGRO Y ATRACO AL BOLSILLO

La vuelta a los peajes, además, calaría muy negativamente entre los conductores. «El rechazo a pagar por uso o el peaje es mayoritario», afirman las fuentes consultadas. En este sentido, una encuesta del RACC muestra que la inmensa mayoría utilizaría vías alternativas antes que pagar para poder viajar. Cabe recordar los problemas que tuvieron las autopistas de peaje durante la crisis de 2008 y que finalmente fueron rescatadas por el Ejecutivo por la responsabilidad patrimonial del Estado.

De esta forma, los usuarios volverían a negarse a utilizar los peajes, incluso los denominados en la sombra, que abona la Administración a través de los Presupuestos en función del número de vehículos que hayan utilizado la calzada. Esta modalidad está implantada en Cataluña y otras Comunidades Autónomas.

Con esta vuelta a los peajes, además, se produce un agravio a los conductores. Por un lado, las autovías ya se han construido y se ha dado el plazo suficiente para poder rentabilizar la inversión. El argumento del mantenimiento de las carreteras también cae por su propio peso al ser sufragadas por los impuestos recaudados. Se trata así de una doble imposición que golpeará especialmente a los camiones y al turismo.

LA DOBLE IMPOSICIÓN POR LA VUELTA A LOS PEAJES

Por otro lado, los hoteles y la restauración de carretera podría tener una segunda oportunidad ya que más usuarios transitarán las vías secundarias, con viajes más cansados y densos que por las autovías.

Las principales asociaciones del sector se han opuesto al cobro por circular por estas vías y la mayoría coincide que la recaudación, récord en este 2023, se sufraga con creces el mantenimiento de las vías. Para el mantenimiento total se necesitan unos 1.800 millones de euros, que deberían sufragarse vía Presupuestos, es decir, que los abone incluso quien no conduce.

Actualmente, los peajes en España están establecidos en la AP-68 entre Bilbao y Zaragoza; la AP-66, entre Campomanes y León; mientras en la AP-46, entre Alto de las Pedrizas y Málaga; así como en la AP-51. La AP-6, por su parte, en su conexión con Ávila; con la AP-53, entre Santiago de Compostela y Alto de Santo Domingo; así como en la AP-6, entre Villalba y Adanero; y su conexión con Segovia. En la AP-7 aún hay peaje entre Alicante y Cartagena, mientras está liberalizada en el resto, a excepción de la zona de Estepona y Guadiaro. En la AP-71, entre León y Astorga; y la AP-9, entre Ferrol y la frontera con Portugal.