El verano trae consigo días soleados y altas temperaturas que pueden resultar peligrosas para nuestra salud, especialmente para nuestro corazón. Un reciente estudio realizado con jóvenes sanos revela el umbral de temperatura en el que el corazón comienza a sufrir por el calor.
A medida que la segunda ola de calor del verano se hace presente, los termómetros amenazan con alcanzar los 45 grados, cifra preocupante que puede tener un impacto directo en el funcionamiento de nuestro órgano vital. Este estudio, llevado a cabo en un ambiente húmedo, revela que incluso a tan solo 34º C, la frecuencia cardíaca experimenta un incremento constante. Es decir, nuestro corazón se acelera y nuestra tensión cardiovascular aumenta antes de que la temperatura interna de nuestro cuerpo comience a subir.
1El impacto del calor extremo en nuestro corazón: una llamada urgente para proteger nuestra salud cardiovascular
Este importante descubrimiento confirma las adversidades que enfrenta nuestro corazón cuando se expone a altas temperaturas. Los científicos recalcan la relevancia de continuar investigando en este campo, especialmente en vista de la crisis climática que afecta a todo el planeta y que se caracteriza por un aumento de episodios de calor extremo. En los últimos días, hemos sido testigos de un máximo histórico, ya que el lunes y martes pasados se registraron las temperaturas más altas jamás registradas en la Tierra.
Estos datos alarmantes resaltan la urgencia de abordar el cambio climático y sus efectos en nuestra salud cardiovascular. La protección de nuestro corazón se vuelve crucial en un mundo cada vez más afectado por el calor extremo. Es fundamental adoptar medidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y promover prácticas sostenibles que ayuden a mitigar el calentamiento global.