Las altas expectativas de la derecha no se transformaron en los resultados esperados para Partido Popular y Vox este pasado 23 de julio. Desde la órbita de Alberto Núñez Feijóo apuntaban a que el PP podía superar los 160 escaños y finalmente se conformó con 137.
Narciso Michavila ha intentado explicar los errores de GAD3 y señala las claves de la sorpresa: «El primero, el eje de la campaña giraba en torno al ‘sanchismo’, lo que le ha reforzado en el espacio de la izquierda batiendo también su récord de apoyo electoral, al crecer casi un millón de votos (. . .) A ese factor base se unió una activación de electores de izquierda, que se abstuvieron en mayo, pero que en esta ocasión decidieron finalmente acudir a las urnas ante el miedo de que Vox entrara en el Gobierno».
El sociólogo añade: «No es que vean mejor a Bildu que a Vox, es que descartaban que Arnaldo Otegi fuera a ser vicepresidente del Gobierno y rechazaban que lo fuera Santiago Abascal. Hubo institutos, como Sociométrica, que supieron detectar el movimiento en su justa medida, mientras que en GAD3 las señales de activación, especialmente en Cataluña, las confundimos con el ruido de una campaña celebrada en pleno periodo estival».
OTRAS DECEPCIONES DEL PP
La del 23J no es la primera decepción electoral para el PP, que en 1993 se las prometía muy felices tras otra victoria en un debate electoral. Por aquel entonces José María Aznar ganó en televisión a Felipe González, que se rehízo en el segundo combate y acabó ganando en las generales por sorpresa.
En Génova 13 apuntaban que esa derrota iba a ser el preámbulo de un triunfo incontestable de Aznar, que en 1996 se tuvo que conformar con una «amarga victoria», en frase de Alfonso Guerra, ya que tuvo que pactar con el mismo Jordi Pujol al que las bases ‘populares’ insultaban al grito del «Pujol, enano, habla castellano».
Aznar también esperaba otros resultados en 2004, pero las mentiras de su Gobierno tras el 11M acabaron favoreciendo al PSOE, que ganó por sorpresa de la mano de José Luis Rodríguez Zapatero, que cuatro años después también se sobrepuso a algunas encuestas adversas y repitió triunfo.
La derecha también esperaba unos grandes resultados tras la foto del ‘trío de Colón’, pero las generales de abril de 2019 acabaron con cornada a Pablo Casado frente al triunfo de Pedro Sánchez, al que hasta entonces tildaban de «okupa».
EL REVÉS DE LA IZQUIERDA: EL 2000
Las encuestas sí que vieron venir la mayoría absoluta de Mariano Rajoy en 2011, pero no lo hicieron en 2000 con la de José María Aznar, ya que el Partido Popular había ganado por estrecho margen al PSOE en las autonómicas y municipales del año anterior.
La izquierda se llevó entonces y revés y El País decía en marzo de 2000 que «ningún sondeo electoral pronosticó que el PP vencería por mayoría absoluta ni estimó la gravedad del descalabro de la izquierda. Prácticamente todas las encuestas publicadas el domingo antes de las elecciones estimaban la misma distancia (entre cuatro y cinco puntos) entre los dos primeros partidos».
El diario de Prisa, tras el triunfo del PP por más de 10 puntos, añadía: «También casi todos los sondeos realizados el día 12 a pie de urna tuvieron el mismo fallo: infravaloraron al PP y sobreestimaron las posibilidades del PSOE. El interrogante que surge es si errores tan coincidentes obedecen a algún acuerdo entre las empresas demoscópicas».
