En el ámbito de la salud, la alimentación desempeña un papel fundamental como medida preventiva para mejorar cualquier aspecto relacionado con la salud cardiovascular. Muchos estudios han demostrado los beneficios de una dieta baja en carnes rojas para reducir el riesgo de ciertos problemas de salud.
Esta dieta, además de ayudar a controlar la presión arterial, también mejora el colesterol y la glucemia, evitando también el riesgo de enfermedades metabólicas.
1Cómo funciona una dieta baja en carnes rojas
Una dieta baja en carnes rojas es aquella en la que se incide en el consumo de alimentos ricos en nutrientes como los vegetales, frutas, legumbres, cereales integrales, frutos secos, mariscos y pescados. Esta dieta se basa en consumir menores cantidades de carnes rojas en comparación con el resto de alimentos. Si bien es cierto que estas carnes son muy ricas en proteína, hierro y vitaminas, su consumo elevado puede provocar un aumento de los niveles de colesterol y grasas en la sangre, lo cual, si no se controla, puede provocar numerosas patologías.
Existen diversos estudios que han demostrado como una dieta baja en carnes rojas reduce el riesgo de enfermedad aterosclerótica, obesidad, diabetes tipo 2 y varias enfermedades cardiovasculares. Esta dieta también contribuye positivamente a un descenso del nivel de colesterol y grasas en la sangre, lo cual es fundamental para prevenir enfermedades que afecten mucho a la salud cardiovascular.
