El Dr. J. C. Meneu Díaz explica la prevención endoscópica y el tratamiento mediante el robot, en el cáncer de colon de la EII

La inflamación crónica y cáncer es una respuesta defensiva natural del cuerpo, “ocurre cuando un factor físico altera el sistema inmunitario del cuerpo”, explica el Catedrático de Cirugía y Jefe de Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo en el complejo hospitalario Ruber Juan Bravo, Juan Carlos Meneu Díaz. En ciertas circunstancias, esta inflamación es necesaria para ayudar al organismo a sanar. Sin embargo, cuando la inflamación se vuelve crónica, puede provocar daños y, en casos extremos, aumentar el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal.

La enfermedad inflamatoria intestinal (EII), que incluye la colitis de Crohn y la colitis ulcerosa, es una afección en la que el sistema inmunitario responde anormalmente a células específicas de la pared intestinal. La colitis de Crohn afecta al colon, mientras que la colitis ulcerosa se limita al colon y al recto. De este modo, el Dr. Juan Carlos Meneu menciona que “ambas condiciones pueden desencadenar una inflamación crónica, lo que aumenta la probabilidad de displasia, un crecimiento celular anormal que puede evolucionar hacia el cáncer. De esta manera, se ha estimado un riesgo hasta 3,5 veces mayor de padecer carcinoma de colon en pacientes con colitis de Crohn, y de un 0,3% anual en el caso de la colitis ulcerosa”.

El Dr. Juan Carlos Meneu explica cuándo iniciar un cribado y cómo prevenir el cáncer en la enfermedad inflamatoria crónica

La edad de inicio de la EII suele ser antes de los 30 años, aunque también se puede presentar un segundo pico a una edad más avanzada. Por ello, es crucial tomar medidas preventivas y realizar un cribado del cáncer colorrectal de manera oportuna.

El momento adecuado para iniciar el cribado del cáncer colorrectal en pacientes con EII varía según el caso. En general, se recomienda iniciar el cribado ocho años después del inicio de los síntomas de la EII, siempre y cuando la enfermedad haya estado inactiva durante este período. Sin embargo, si hay antecedentes familiares de cáncer colorrectal, se debe comenzar el cribado antes del plazo de ocho años debido al mayor riesgo de desarrollar la enfermedad. Además, si se tiene colangitis esclerosante primaria, una afección que inflama y estrecha las vías biliares, también se debe realizar el cribado este año para detectar tempranamente el cáncer colorrectal.

“Es esencial que el cribado se realice cuando la EII esté inactiva, para obtener resultados más precisos”, afirma el Dr. Juan Carlos Meneu Díaz. Por ello, se realiza la colonoscopia y durante la misma, se extraerán múltiples muestras de tejido de diferentes partes del colon para su análisis.

Existen tres opciones de cribado para la EII, respalda el Dr. Juan Carlos Meneu Díaz

El cribado del cáncer colorrectal en pacientes con EII es esencial para reducir el riesgo de complicaciones y detectar cualquier anomalía a tiempo. Los métodos de cribado más nuevos y precisos, junto con una atención especializada, son fundamentales para el bienestar a largo plazo de quienes padecen estas enfermedades inflamatorias intestinales.

Existen varias opciones para el cribado del cáncer colorrectal mediante endoscopia, sostiene el Dr. Juan Carlos Meneu Díaz. La endoscopia de luz blanca de alta definición (HD-WLE) utiliza una tecnología avanzada que genera imágenes del colon con más de un millón de puntos coloreados (píxeles), lo que brinda una nitidez y detalle superiores para una detección más precisa.

Por otro lado, la cromoendoscopia con colorante implica la aplicación de un tinte en la pared interna del colon, lo que ayuda a resaltar posibles áreas anómalas. Por último, la cromoendoscopia virtual (VCE) utiliza imágenes de banda estrecha sin colorantes, pero mediante el filtrado de la luz blanca, permite visualizar áreas sospechosas con gran precisión. “Cada técnica tiene sus ventajas y puede ser elegida según las necesidades y particularidades del paciente”, agrega el Dr. Juan Carlos Meneu.

Es fundamental realizar biopsias dirigidas de tejido de aspecto anormal durante la cromoendoscopia. También se examinan zonas estrechadas, bultos en la pared del colon y otras anomalías. El cribado debe ser minucioso y, si se detecta una estenosis en el colon, se debe revisar con un experto en EII, ya que podría haber un cáncer subyacente.

En caso de que se encuentren pólipos durante el cribado, se extraerán durante el procedimiento. Algunos pólipos pueden requerir técnicas específicas de extracción, como la resección por endoscopia de la mucosa (REM) o la disección por endoscopia de la submucosa (DES), añade el Dr. Juan Carlos Meneu Díaz.

Un tratamiento mínimamente invasivo: Laparoscópico asistido por un robot

Si un pólipo no se extrae completamente, se debe remitir al paciente a un centro especializado en EII para su extracción. Cuando los métodos endoscópicos no consiguen el objetivo, es preciso recurrir a la cirugía, destacando en este sentido, el papel del abordaje robótico.

“El Ministerio de Sanidad en un reciente informe publicado en colaboración con la Agencia Catalana de Evaluación de las Tecnología Sanitarias (eficacia, efectividad, seguridad y eficiencia de la cirugía robótica con el sistema quirúrgico Da Vinci), afirma, basándose en  las revisiones combinando estudios observacionales y ECA, (ensayos cliínicos aleatorizados) que la cirugía colorrectal robótica se asocia con resultados clínicos, complicaciones y recuperación de la funcionalidad intestinal superiores a los obtenidos con la vía laparoscópica convencional en pacientes con cáncer colorrectal, de colon y de recto”, concluye el Dr. Juan Carlos Meneu Díaz.