El PP de Feijóo tienta al PNV: «Serán los únicos interlocutores»

El PP de Alberto Núñez Feijóo tiene un mes para conseguir cuatro escaños y el apoyo más factible pasa por los cinco diputados del PNV. Los de Íñigo Urkullu mantienen intacta su negativa a hacer presidente al líder de los ‘populares’ y menos si Feijóo alcanza compromisos con Vox, pero el ejército de Santiago Abascal dará, ahora sí sin condiciones, su apoyo con el fin de desalojar a Pedro Sánchez de La Moncloa.

Los ‘populares’ juegan con la gran baza del acercamiento de las elecciones vascas, donde Bildu se convertirá en la fuerza más votada, pero necesitará apoyos para poder gobernar. Los de Feijóo tientan al PNV al otorgarles ser los únicos interlocutores válidos para obtener medidas desde Madrid, un poder que el PSOE ha otorgado a Bildu y hundido poco a poco al PNV, aunque los socialistas tampoco han retirado la mano para sostener a los ‘jeltzales’ y mantener su apoyo, como se ha demostrado en la composición de la Mesa del Congreso.

Los nervios han aflorado en el PNV tras el resultado de las elecciones generales. En el pasado, los nacionalistas vascos no tenían problema alguno para pactar con el PP de José María Aznar o con el de Mariano Rajoy. Tampoco se le han caído los anillos para mantener su idilio con los socialistas, como pasó con José Luis Rodríguez Zapatero y la aprobación de los Presupuestos para evitar un supuesto adelanto electoral en 2011, hecho que se produjo después debido a l aguda crisis que atravesó España.

EL DECLIVE LLEVA A LOS NERVIOS AL PNV

El declive del PNV se debe principalmente al papel protagonista que ha adquirido Bildu durante la pasada legislatura, un desempeño efectivo como exponer públicamente la ley de vivienda, así como conseguir nuevos compromisos desde La Moncloa y el Congreso, un papel que se ha entendido como el de un interlocutor válido, es decir, un voto útil para el votante vasco. Hasta ahora, sólo el PNV tenía esta calificación, pero ahora pugna con la izquierda vasca.

Sólo falta dar con la tecla antes del 27 de septiembre

Con todo, el PP de Feijóo se acerca al PNV a pesar del rechazo. Aún hay partido y hasta la votación del próximo 27 de septiembre se pueden cambiar de criterio político. Los ‘populares’ trabajan en un plan para convencer a la derecha vasca, con la premisa de ser los únicos interlocutores con La Moncloa. Con el «no» rotundo del PNV en la mochila, en Génova tienen claro que las posiciones pueden modificarse. «Sólo falta dar con la tecla antes del 27 de septiembre», destacan fuentes de la formación.

Eso sí, tienen claro que será una negociación dura, donde habrá que rebajarse para poder obtener esos cuatro escaños y sin importar las críticas del núcleo duro de Vox, espoleado por Jorge Buxadé. En este sentido, el PP apela por una mirada de Estado y no de partidos, donde se ha anclado por ahora el PNV. Los vascos, por su parte, tienen mucho que perder por el lado del PSOE.

EL PP CONOCE LA FLAQUEZA DEL PNV

La fortaleza de Bildu sólo podría desvanecerse obteniendo réditos desde Madrid, ofreciendo así la mejor imagen para los vascos, pero los votantes también comienzan a estar hartos de los bandazos de los ‘jeltzales’ y se acercan cada vez más a Bildu, aunque con reticencias por las presiones de la vieja guardia, liderada por Arnaldo Otegi, a pesar de carecer de opción alguna para dirigir al País Vasco.

Alberto Núñez Feijóo trata de convencer al PNV en menos de un mes
Alberto Núñez Feijóo trata de convencer al PNV en menos de un mes

El PNV huye del posicionamiento de los bloques, especialmente cuando es un partido tradicional de derechas. Con el apoyo a Pedro Sánchez, los nacionalistas aceptan entrar en el grupo de la izquierda, con Bildu y los comunistas de Sumar, una mezcla unida con el objetivo de realizar un cordón ‘sanitario’ a Vox y al propio Partido Popular, una estrategia que podría acabar con el PNV.

Asimismo, para mimetizarse con las siglas de la izquierda extrema, los nacionalistas vascos aseguran que son un partido progresista, eliminando convenientemente la etiqueta de conservador y católico, como lo fue su fundador, Sabino Arana. Los vascos han dado el su apoyo a la controvertida ‘ley del sí sólo es sí’, que ha dejado en libertad y rebajado penas a violadores; mientras también ha dado su voto a la ley trans, que permite el cambio de sexo.

LA DIFÍCIL NEGOCIACIÓN CON EL PP PASA POR LA ECONOMÍA

En el terreno económico, sin embargo, el PNV muestra una cara muy distinta, apoyando al PP en contra de reformas del PSOE, especialmente por los impuestos temporales que afectan a dos de las grandes enseñas vascas, como el BBVA e Iberdrola. A juicio de la derecha vasca, estas medidas serían anuladas por la doble imposición.

Así las cosas, el PP aún tiene opciones de atraer a los vascos hacia su terreno y poder otorgarles el único papel interlocutor con La Moncloa, clave para demostrar que sus políticas y estrategias sirven a sus conciudadanos. Todo ello, mientras se discute internamente en el PP si el PNV tiene derecho a obtener un grupo propio, que no sólo da una mayor dotación económica, sino un mayor tiempo de intervención y una mayor movilidad dentro de la Cámara.