Desde hace unas unos días, en los que se conoció la posibilidad remota de un posible pacto entre el Partido Popular y Junts para una hipotética investidura de Feijóo, el grupo popular es un hervidero lleno de movimientos y discusiones. Unos diálogos acalorados en los que para la mayoría de los populares es muy difícil concebir una alianza con los independentistas de Puigdemont. Una situación que está abriendo un debate interno en Feijóo sobre el «chantaje de las minorías».
Ayer el que ‘disparó’ fue el presidente del PPdeG y presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, que ha ofrecido el apoyo y trabajo del partido en Galicia para hacer presidente del Gobierno de España a Alberto Núñez Feijóo, a quien ha pedido que no ceda a «chantajes, amenazas o discriminaciones«. Un hecho que va tomando fuerza en gran parte de los barones y militantes populares que están preocupados por los intentos del equipo de Feijóo de lograr un pacto con Junts.
Entre los más preocupados por este tema se encuentran los populares catalanes, con Alejandro Fernández a la cabeza de los mismos. Y es que el Partido Popular de Cataluña (PPC) parece ser que no encajaría bien un posible pacto con Junts.
Los populares catalanes entienden que esa negociación sería dirigida por el proscrito Carles Puigdemont con el que mantienen un enfrentamiento directo y abierto tras los sucesos del ‘Procés’ catalán. Además, Fernández pacto con el PSC para que Collboni fuese alcalde de Barcelona y dejó ‘tirado’ a Xavier Trías, una persona moderada según el PPC, y con la que Fernández hubiera preferido pactar antes de seguir las órdenes de Génova.
Estas declaraciones Rueda han tenido lugar en un enclave clásico para el PP como es el Castillo de Soutomaior, a unos 20 km de Vigo, y que desde hace siete años los populares no utilizaban para el inicio del curso político. Justo el tiempo en el que el Partido Socialista de Galicia (PSdeG) y el Bloque Nacionalista Galego (BNG) han gobernado en la Diputación de Pontevedra.
Durante su intervención el líder de los populares gallegos ha señalado que Feijóo «será presidente del Gobierno de España cuando tenga que ser, cuanto antes mejor» y ejercerá «sin ataduras ni hipotecas», y ha añadido que el PP de Galicia apuesta por un Estado de «ciudadanos libres» y no una España asimétrica», en la que tengan que «perder unos para que ganen otros». «Galicia no va a permitir que, a nuestra costa, se compren gobiernos no queremos quitar nada a nadie, sino luchar por lo que a cada Comunidad Autónoma le corresponde», ha advertido.
En ese contexto, ha solicitado a Feijóo que no sea presidente «a cualquier precio» y que no «traicione» a su partido. «Sabemos que no nos vas a fallar, que no le vas a fallar a Galicia. No te vamos a pedir que pagues rescates imposibles, sí te pedimos que no cedas a ningún chantaje, a amenazas o discriminaciones», ha subrayado Alfonso Rueda, quien ha advertido de que «aquí no vale la resignación» ni pensar que «no pudo ser a pesar de haber ganado las elecciones».
RESPUESTA DE FEIJÓO
La respuesta a Rueda no se ha hecho esperar y en el mismo acto y durante su intervención Alberto Núñez Feijóo se ha mostrado dispuesto a dialogar «con los grupos políticos que quieran hablar», así como con los presidentes autonómicos que quieran «aportar«, si bien ha advertido que no aceptará «chantajes» ni someterse a la voluntad de las «minorías» como le han reclamado los barones populares.
Además, el líder popular por el momento ha agregado que su disposición al diálogo no quiere decir que vaya a aceptar «lo que está dispuesto a aceptar el partido de Sánchez». Unas palabras que por el momento parecen calmar a sus militantes y compañeros de partido ante el ya comentado posible pacto con Junts.
«Hablar sí, dialogar también, pero chantajes no, subastas no, someterme a lo que quieran las minorías no»
Feijóo
Feijóo también insiste que «el encargo de la investidura conlleva la obligación de hablar con aquellos que quieran hablar y después de hablar se puede coincidir o discrepar, y esto es lo que intentaré durante las próximas semanas. Hablar sí, dialogar también, pero chantajes no, subastas no, someterme a lo que quieran las minorías no». En su intervención también ha resaltado que en su discurso de investidura planteará las reformas que considera «necesarias» para el momento político, económico e institucional actual.
En esa línea de seguir creyendo en la posibilidad de ser presiente de España, el líder del PP ha opinado ante las mil personas que estaban en el inicio del curso político popular que es «mejor perder una investidura» que hacer perder «la dignidad» a las instituciones democráticas españolas, la «seguridad jurídica» o la «credibilidad» de la propia democracia.
El líder del PP ha estado acompañado en el acto de apertura del curso político por sus principales barones autonómicos: los presidentes de Andalucía, Juanma Moreno; de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco; de Aragón, Jorge Azcón; de Extremadura, María Guardiola; de Murcia, Fernando López Miras, y de Baleares, Marga Prohens. Además, han estado presentes la secretaria general, Cuca Gamarra, el coordinador general, Elías Bendodo, y el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy. Falto curiosamente Ayuso.
Las próximas semanas serán claves para ver las posibilidades reales de Feijóo y que daría a cambio de una posible investidura a los independentistas de Junts, o en un giro inesperado de los acontecimientos a los nacionalistas del PNV. El gallego necesita 4 votos más para lograr esa investidura y desde Génova verían como un éxito una posible repetición electoral en diciembre. Allí podrían reagrupar el voto de la derecha y los posibles acontecimientos económicos de otoño pueden acabar por desgastar al Gobierno en funciones de Sánchez. Entre septiembre y octubre la resolución de la trama.
