La Asamblea de Ceuta debatirá y votará el próximo martes declarar al ahora suspendido presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, persona non grata en la ciudad autónoma «por la comisión de un presunto delito de agresión sexual radicalmente contrario a los derechos humanos, nuestros principios constitucionales y los valores que propugna una sociedad democrática».
La propuesta ha sido incluida en el orden del día de la Sesión Plenaria resolutiva correspondiente al mes de agosto de la Cámara regional a instancias de Ceuta Ya!, formación localista que considera que la Asamblea de la ciudad debe «hacer público su rechazo» al beso en la boca que propinó a la jugadora Jenni Hermoso en la entrega de trofeos del Mundial de fútbol femenino en Sidney (Australia), «un acto que se ha convertido en auténtico estandarte del machismo aún imperante».
En su iniciativa parlamentaria, a cuyo contenido íntegro ha tenido acceso Europa Press, el partido argumenta que «tanto el hecho en sí mismo como todas la acciones y actuaciones posteriores protagonizadas por el presunto delincuente constituyen una exhibición de machismo recalcitrante sencillamente inaceptable para una sociedad moderna que se esfuerza, día a día, en acabar definitivamente con la injusta violencia y opresión que siguen sufriendo las mujeres por el simple hecho de serlo«.
A juicio de la formación que lidera Mohamed Mustafa, la respuesta a acciones como las de Rubiales «debe ser única, contundente e inequívoca» y «no sólo deben sustanciarse posibles responsabilidades penales y dirimirse políticas y deportivas, sino también visibilizar por todos los medios posibles el más absoluto rechazo social a este tipo de comportamientos».
Rubiales visitó por última vez Ceuta en abril para interesarse por un árbitro local que fue víctima de una agresión por parte de varios jugadores y el padre de uno de ellos.
TRES ANTECEDENTES
La Asamblea de Ceuta ha declarado a lo largo de las últimas décadas personas non gratas en Ceuta a tres ciudadanos. El primero, en los años noventa, fue el ya fallecido Mohamed Hamed Ali, ceutí que preconizaba la marroquinidad de la ciudad y que llegó a encabezar la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas (FEERI).
En junio de 2021 fue repudiado de la misma forma por mayoría con la abstención del PP el presidente nacional de Vox, Santiago Abascal, por «debilitar la unidad en la defensa del bien superior de nuestra españolidad, perjudicar la convivencia y favorecer las infundadas tesis marroquíes» con sus alusiones a los musulmanes caballas, la mitad de la población local, como «quintacolumnistas» del Reino alauita.
Hace un año la Corporación autonómica también declaró por unanimidad ingrata en Ceuta a la exministra socialista María Antonia Trujillo, en este caso por considerar «plenamente justificadas» las tesis anexionistas de Rabat sobre las ciudades autónomas españolas.